Del módem telefónico al futuro conectado

Redes

La evolución de la velocidad de Internet ha sido una de las transformaciones tecnológicas más notables de las últimas décadas. Como profesional del sector, he tenido el privilegio de ser testigo del viaje que nos ha llevado desde los módems telefónicos hasta las tecnologías más avanzadas, como XGS-PON.

Hace 30 años, la conexión por acceso telefónico, con su inolvidable sonsonete, ofrecía una velocidad máxima de 56 Kbps, por lo que había que armarse de paciencia para acceder a la World Wide Web. A pesar de su lentitud, era la puerta de entrada a un fascinante mundo de información por descubrir.

Apenas un lustro más tarde, estuvieron disponibles las primeras conexiones de banda ancha con ADSL que ofrecían varios megabits por segundo (Mbps). Supusieron un gran impulso al acceso a Internet y su penetración en hogares y empresas, incluso con las limitaciones que aún suponía el par de cobre.

Posteriormente, la llegada de la fibra óptica llevó la velocidad y estabilidad a unos niveles sin precedentes, convirtiéndose en el estándar para las conexiones de alta velocidad. Desde entonces, la continua evolución de las redes ópticas pasivas (PON), desde APON y BPON hasta EPON y GPON, nos ha dado ocasión de disfrutar de la optimización continua de la velocidad y capacidad de la fibra óptica.

La tecnología GPON, que ofrece hasta 2,4 Gbps de bajada y 1,2 Gbps de subida, ha sido durante los últimos años el estándar de referencia para las redes de fibra, que ha permitido aumentar su penetración a niveles sin precedentes en países como España. Sin embargo, la incesante demanda de velocidad y capacidad por parte de los usuarios domésticos y las empresas nos ha llevado a la red óptica pasiva simétrica de 10 Gigabits, también conocida como XGS-PON. Esta tecnología ofrece velocidades simétricas de hasta 10 Gbps en bajada y subida, con latencias inferiores a los 10 ms.

Como sucedió con las tecnologías anteriores (empezando por el salto de la red telefónica a la fibra óptica), el despliegue de XGS-PON plantea importantes retos técnicos y comerciales. Estos incluyen desde considerables inversiones en infraestructura a la renovación del hardware de conectividad, pasando por una gestión eficaz del espectro, la seguridad y el ancho de banda para evitar congestiones.

A pesar de los retos, esta tecnología promete revolucionar una vez más las comunicaciones, impulsando nuevas aplicaciones que van desde la telemedicina hasta el Internet de las Cosas. Para facilitar la transición, desde el sector se están planteando soluciones como hardware compatible con XGS-PON, que incluye ONT integrados y módulos SFP intercambiables para la adaptación de las redes.

¿Qué vendrá después? Más allá de XGS-PON, el futuro promete aún más rendimiento mediante tecnologías como NG-PON2, que ofrecerá velocidades simétricas de hasta 40 Gbps con múltiples longitudes de onda de 10 Gbps para la subida y la bajada. Además, permitirá la coexistencia con los servicios GPON y XGS-PON en la misma infraestructura de red, facilitando una transición progresiva.

Entre las primeras conexiones telefónicas y la fibra óptica pasaron casi dos décadas; en cambio, apenas hemos tenido que esperar una década para el inicio de la implementación de XGS-PON. En el mundo de la banda ancha, los avances se suceden cada vez más rápidamente, lo que nos permite seguir redefiniendo nuestras experiencias digitales y allanar el camino hacia un futuro totalmente conectado.

Ralf Muntean es Country Manager de AVM en España

 

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