La mejora de la ciberseguridad empresarial es una de las ventajas más esperadas de la IA y de la que, sin duda alguna, ya nos estamos beneficiando. Según un estudio de PwC, casi el 70% de los ejecutivos consultados afirma que su compañía tiene previsto utilizar la IA generativa en sus estrategias de ciberseguridad en el 2024. Este hecho refleja una vez más como la tecnología desempeña un papel crucial a la hora de ayudar a los clientes a afrontar las amenazas, y que los beneficios que aporta son evidentes.

La llegada de la ciberseguridad impulsada por inteligencia artificial se ha producido en un momento crucial, ya que la detección de amenazas es cada vez más difícil y sofisticada. Además, las fronteras geopolíticas añaden una cierta complejidad a la ciberseguridad, debido a que los datos atraviesan distintas jurisdicciones con diferentes normativas y estándares de protección de datos.

Sin embargo, las ciber amenazas no se limitan a las fronteras geográficas, sino que están muy extendidas y generalizadas. En este contexto, la IA desempeña un papel decisivo mediante el análisis de patrones a través de flujos de datos diversos y globales, proporcionando una detección de amenazas en tiempo real que trasciende las barreras.

Detectando las amenazas con mayor rapidez y simplificando la seguridad gracias a la IA

El elemento humano es otro factor clave en el ámbito de las amenazas. Detrás de cada ataque, en última instancia, hay un ser humano, y tiene la capacidad de ser increíblemente creativo. Cada vez es más difícil defenderse del factor humano, tanto si se trata de agentes maliciosos externos que intentan infiltrarse en la red, como de ciberdelincuentes internos o de usuarios que exponen accidentalmente un punto débil.

Aunque las medidas de seguridad convencionales pueden detectar las amenazas conocidas, como el malware, la creatividad y la perfección de los humanos hacen necesaria la aplicación de la IA. Con esta herramienta, por ejemplo, se puede detectar más fácilmente a quienes abusan de los permisos para dañar el sistema desde dentro o percibir comportamientos anómalos que podrían indicar una amenaza inminente.

La IA también mejora significativamente la capacidad de responder con rapidez. Aunque realmente no hay nada que esta tecnología pueda hacer que no pueda realizar una persona inteligente y capaz, las soluciones IA tienen la capacidad de trabajar de forma continua, sin las limitaciones a las que se enfrentan los humanos, como la necesidad de dormir o de descansar. La inteligencia artificial puede automatizar procesos y ejecutar la detección las 24 horas del día para encontrar amenazas rápidamente y responder a ellas.

Por otro lado, la IA también adquiere un papel clave en la simplificación de la seguridad. Los procesos de identificación de amenazas se basan en hipótesis, lo que implica encontrar un patrón de una amenaza potencial y luego buscar otros casos similares. Basándonos en esto, la IA puede automatizar este proceso, integrando datos de diversas fuentes, sintetizándolos y entablando un diálogo con expertos para identificar posibles amenazas. Al proporcionar un contexto, la IA ayuda a racionalizar las medidas de seguridad, permitiendo a los usuarios actuar con confianza.

La ciberseguridad basada en inteligencia artificial también facilita una mayor amplitud y el alcance de funcionalidades lo que permite obtener una perspectiva completa del ataque. Esta amplitud de visión es fundamental para poder mitigar los ataques. Por ejemplo, es clave a la hora de proteger el servidor clave de una gran corporación ubicado en Irlanda, con tan sólo analizar la información extraída de paquete sospechoso recibido en el portátil de un usuario en la otra parte del mundo, ya que el contenido puede clasificarse de forma instantánea y precisa a medida que se recibe. La IA ayuda a acelerar la inteligencia humana para tomar esas decisiones más inteligentes.

Para proteger, detectar y recuperarse mejor de los ataques, la ciberseguridad impulsada por la IA debe ser completa, automatizada e integrada en todo, desde el código hasta el núcleo y la nube. La próxima generación de innovación estará potenciada por esta tecnología y se basará en la gestión de la información. Desde OpenText, nos comprometemos a ayudar a los clientes a resolver problemas complejos de forma más rápida y sencilla mediante el uso de la IA y los modelos lingüísticos avanzados, incorporados en nuestro software de gestión de la información.

Antonio Adrados Herrero

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