Los próximos meses van a ser decisivos para la recuperación. Ricardo Casanovas, jefe de tecnología de Linke, compañía de servicios de consultoría en la nube, nos resume las tendencias cloud que hay que tener en cuenta a la hora de trazar una estrategia tecnológica que impulse la transformación digital.
Aunque ya muchas organizaciones disponían de un plan de transformación digital hace un año, el devastador paso de la pandemia ha dado lugar a una economía más digitalizada y preparada para avanzar más en este terreno. De hecho, la evolución a modelos más digitales ocupa las primeras posiciones en las prioridades de inversión de las compañías, apremiadas por la necesidad de ser más ágiles y resilientes en el futuro.
La transición digital ha sido identificada como uno de los ejes de la recuperación y, por tanto, el liderazgo tecnológico se sitúa en el centro del cambio que las organizaciones deben impulsar. En esa hoja de ruta, el modelo que propone cloud computing se ha asentado como pilar de cualquier estrategia que busque la modernización de las TI a través de arquitecturas más flexibles, escalables y que permitan controlar los costes.
Si en los primeros momentos de la pandemia, la nube permitió a las organizaciones disponer de soluciones que precisaban con urgencia para facilitar el trabajo a distancia, ahora su papel se está redefiniendo para abordar la reinvención necesaria de los procesos, modelos de negocio y servicios sobre los que se sustentará la recuperación.
En los últimos meses, en Linke hemos visto cómo, a raíz de las lecciones aprendidas el año pasado, se han afianzado una serie de tendencias cloud que van ser claves a lo largo de 2021. La primera de ellas es que el hardware, el software y los servicios en todos los entornos en la nube (pública, privada, híbrida, multicloud y edge) están experimentando una elevada demanda y el modelo XaaS, de todo como servicio, será dominante frente a la informática tradicional. Con el respaldo de la implantación de 5G de forma general, se abre la posibilidad de desplegar la infraestructura allá donde sea necesaria, en dispositivos, en las instalaciones del cliente o en la nube. En cualquier caso, toda la infraestructura, esté donde esté, se va a gestionar de forma homogénea con herramientas y procedimientos nativos en cloud.
Además, sigue consolidándose la tendencia a trasladar los sistemas más críticos, como el ERP o los centros de datos, a la nube, mientras que las empresas que tienen sus infraestructuras y sistemas en este modelo tienen ahora como objetivo aprovechar la inversión que han realizado optimizando los costes y alineándolos con su objetivo de negocio.
Por otro lado, en los primeros meses de 2021 estamos observando que las compañías quieren impulsar la innovación lanzando nuevos servicios digitales, y ven en esta tecnología la base para hacerlo, ya que permite aprovechar el potencial de soluciones de big data y analítica o de la inteligencia artificial y soluciones de aprendizaje automático. En los próximos meses se empezarán a ver aplicaciones prácticas y aplicables a escenarios cotidianos en las empresas y que, especialmente, pasaremos de hablar de tecnologías que permiten hacer machine learning a ver cada vez más aplicaciones que existen gracias a esta tecnología.
La experiencia del cliente también es un área que muchas empresas quieren reforzar y, por eso, está aumentando la inversión en ámbitos como la migración de los contact centers, área en la que la nube aporta mucha innovación e impulsa las estrategias omnicanal.
Automatización, integración y ciberseguridad
Ahora que muchas compañías han llevado sus aplicaciones y sistemas a cloud, consideran fundamental poder automatizarlos para eliminar tareas rutinarias para los departamentos de tecnología y, también, los equipos de TI son más conscientes de que, para que sus modelos multicloud e híbridos sean sostenibles y eficientes, tienen que integrar los diferentes entornos de nube para poder mover las cargas de trabajo al escenario que más les convenga y extraer un valor real de sus inversiones en cloud.
No se puede obviar tampoco la preocupación empresarial en torno a la ciberseguridad, fruto del aumento y la severidad de los ataques, lo que obliga a prestar más atención a esta cuestión con una respuesta contundente de la industria, a través de alianzas, iniciativas de formación, y cerrando posibles puertas al cibercrimen evitando errores de configuración y accesos no autorizados, que son, a día de hoy, las principales amenazas identificadas por los clientes.
En definitiva, la digitalización, con la nube como eje sobre el que transformarse, puede ser la gran palanca para convertir este momento de reto en oportunidad.