Javier García, director general de Watch&Act, explica qué es un CDO, cuáles son sus funciones y por qué lo buscan las empresas.
El mundo es cada vez más tecnológico. Diariamente generamos 250.000 millones de terabytes de información, y las empresas se están dando cuenta de que sus propios datos son uno de sus activos más valiosos. Analizar la propia información y sacarle el máximo rendimiento les aporta ventajas de peso, como una mayor capacidad de detectar errores, anticiparse a posibles problemas y ofrecer soluciones con más agilidad, o mejorar las estrategias de negocio para aumentar la rentabilidad y hacer crecer a la compañía.
Efectivamente, el hecho de contar con un buen análisis de datos permite a la organización convertirlos en información esencial para la toma de decisiones, para optimizar sus recursos y perseguir objetivos más realistas. Sin embargo, aunque la gestión de datos se está convirtiendo en garantía de éxito, según un informe del Capgemini Research Institute no llegan todavía al 40% las empresas que los utilizan para impulsar su valor. Ahora bien, las que sí lo hacen consiguen un 22% más de beneficio y unos ingresos por empleado un 70% más elevados.
Los expertos advierten de que las empresas que no avancen en el uso de sus datos -una encuesta de Rethink Data concluye que el 68% de los datos que generan las organizaciones no se aprovechan- en beneficio propio tendrán más dificultades para mantener el ritmo de crecimiento. Por ello, cada vez resulta más esencial para las compañías contar en su equipo con un Chief Data Officer (CDO), o director de Datos, un perfil que ha ganado en relevancia en los últimos años y que ya está presente en casi todas las grandes corporaciones.
La figura del CDO surge en el área de Informática, ya que antiguamente reportaba directamente al director de Sistemas (CIO). Pero en la actualidad está evolucionando hacia una posición más transversal, implicándose en otras áreas y participando tanto en la toma de decisiones como en la definición de la estrategia de negocio. En muchas ocasiones incluso reporta directamente al director general (CEO) de la compañía, siguiendo las recomendaciones de los expertos sobre la necesidad de abordar el aprovechamiento de los datos para el progreso desde todos los departamentos de una empresa, incluyendo los de los altos cargos.
En nuestra opinión, este experto en datos será uno de los profesionales más buscados durante este año y en los venideros, ya que antes o después todas las empresas necesitarán un profesional especializado en estas competencias. Gartner asegura que la figura del CDO tendrá una posición relevante en el 75% de las empresas a nivel mundial, y en tres años, 9 de cada 10 contará con un CDO.
En España cada vez son más las empresas que contratan a un especialista en datos. Además, contamos con el primer Club de Chief Data Officers, compuesto por los CDO de las principales empresas españolas y latinoamericanas, cuyo objetivo es crear una cultura del dato en las empresas para hacerlas data driven.
Competencias del CDO
El perfil de un Chief Data Officer es el de un profesional que tiene que tener conocimientos y experiencia en el campo de las matemáticas y la gestión de datos, pero también en otras áreas como la gestión del negocio, habilidades en resolución de conflictos, dotes comunicativas y alto conocimiento de las nuevas tecnologías. Su principal misión es reconocer los datos como un activo más de la empresa para generar valor a partir de ellos, y para conseguirlo debe ser capaz de analizarlos, procesarlos y comunicarlos; es decir, convertirlos en información relevante para el progreso de la compañía.
Para poder llevar a cabo todas estas tareas, el CDO debe contar con una formación muy diversa en aspectos como comercio, ingeniería y digitalización, además de conocimientos avanzados sobre nuevas tecnologías. Normalmente son profesionales licenciados en carreras técnicas, como Informática o Telecomunicaciones, pero también deben de contar con experiencia y formación en estrategia, liderazgo y desarrollo de talento.
En definitiva, se trata de un profesional altamente cualificado que puede no resultar sencillo de encontrar, pero tenerlo en nuestro equipo será garantía de éxito y de progreso. Por ello, sin duda su demanda seguirá creciendo. Como aumentará también la demanda de las herramientas tecnológicas que faciliten a las organizaciones la captación, compilación, integración y análisis de los datos, algo que resulta ya fundamental en los procesos de transformación y digitalización de las empresas.