Raúl Álvarez, director de Ventas de BMC Software para España y Portugal, expone las ventajas a la hora de aplicar automatización durante los procesos de despliegue de aplicaciones en los puestos de trabajo y otros equipos de las empresas.
El empaquetado independiente de la plataforma, que abstrae la complejidad del despliegue de Java EE, .Net y otros entornos de aplicación, hace posible que empleados con un nivel de cualificación inferior puedan empaquetar y desplegar nuevas versiones de las aplicaciones. Con ello se reducen los costes del despliegue y las organizaciones pueden dedicar su personal de mayor nivel a proyectos más estratégicos y de mayor valor añadido, manteniendo su capacidad para utilizar la plataforma de aplicación que mejor se adapte a sus necesidades.
Una solución de automatización ha de soportar también los entornos de aplicación comercial, independientemente de su grado de complejidad. Por último, conviene recordar que la gestión de versiones de las aplicaciones solo es una parte del reto que supone la operación de las propias aplicaciones. Una solución de automatización de versiones ha de poder trabajar de manera transparente con otras herramientas de operaciones de TI, permitiendo que sus flujos de trabajo traspasen las fronteras de los entornos aislados para reducir aún más los costes, evitar errores que pueden causar pérdidas de servicio en las aplicaciones y, en definitiva, agilizar la capacidad de respuesta de la empresa.
En marcha
Un flujo continuado de nuevas aplicaciones, así como las mejoras de las ya existentes constituye la sangre misma que corre por las venas de las empresas actuales. Las compañías necesitan estas nuevas capacidades para atraer a los clientes, mejorar la productividad de sus empleados, establecer nuevos vínculos con sus proveedores y otros socios comerciales y entrar en nuevos mercados (o incluso crearlos).
Un despliegue de aplicaciones lento, inconsistente o poco fiable reduce la agilidad que la empresa necesita para adaptarse a los cambios en las condiciones de mercado y responder ante sus usuarios, clientes y partners. Hace que sea complicado reducir los costes, adaptarse a nuevos retos de negocio y cumplir con una serie de requisitos de cumplimiento estrictos.
Cada vez son más las organizaciones que se niegan a aceptar un statu quo que considera como normal los despliegues fallidos, el aumento de los costes de soporte técnico y las caídas del sistema injustificadas. Por el contrario, utilizan herramientas de automatización de versiones de aplicación para evitar los problemas y reducir los tiempos y costes ligados hasta ahora con el despliegue de aplicaciones.