Marcela Luz, del Departamento UX Adesis Netlife, desgrana los factores que hacen que una experiencia de usuario resulte positiva.
¿Has tenido que parar para pensar cómo se abre un tetrabrick abre-fácil? ¿Has tenido algún percance para sacar una medicina de su envase? ¿Te has desesperado delante de una ordenador porque, frecuentemente, entras en una página web y no sabes ni por dónde empezar a buscar lo que necesitas ? ¿Te has preguntado para qué sirven todos los botones del mando del televisor? Si has contestado sí a cualquiera de estas preguntas eres parte de una gran mayoría…el enorme grupo de personas que se preguntan casi diariamente “¿seré yo o esto es demasiado complicado?”
Puedes respirar tranquilo, el problema no eres tú. En todas estas situaciones, las personas han tenido problemas con la usabilidad de las cosas, es decir, han experimentado dificultades para utilizar/entender el funcionamiento de un determinado producto. Técnicamente, decimos que han tenido una mala experiencia como usuarios.
Son muchos los factores que influyen para que la experiencia de usuario sea negativa, pero centrémonos en aquellos que hacen que sea positiva.
¿Por qué las cosas son tan complicadas si podrían ser tan simples?
Si tú también te haces esta pregunta delante de un envase de ketchup, de un grifo, de una pantalla de móvil, de un registro de cliente o ante cualquier otro objeto/situación cotidiana, puedes decir que piensas como un consultor de experiencia de usuario. Esta pregunta es el punto de partida de cualquier proyecto que tenga como objetivo una experiencia de usuario positiva.
El secreto de los productos o servicios que proporcionan una buena experiencia de usuario es que han tenido en cuenta -durante todo su desarrollo y conceptualización- a las personas que van a utilizarlos. Han estudiado a fondo sus necesidades, sus comportamientos, sus emociones y el contexto en el que están. Además, tienen muy claro que las personas son exigentes con su tiempo, que se enfadan cuando las cosas no funcionan y que quieren que los productos sean fáciles y sencillos de utilizar. Conocer a fondo qué tipo de persona va utilizar determinado producto permite la creación de soluciones innovadoras que generan bienestar y cumplen con las expectativas de los consumidores.
Los profesionales que trabajamos con experiencia de usuario tenemos objetivos muy claros. Queremos que las personas que utilizan los productos y servicios que desarrollamos sean usuarios felices, fieles y apasionados, que tengan experiencias de uso tan gratificantes que se lo cuenten a todos sus amigos. Queremos hacer la vida de las personas más fáciles y más felices. Reconocemos que tenemos objetivos muy ambiciosos pero, siendo sinceros, si la próxima vez que utilices una página web encuentras lo que quieres fácilmente; o, si la próxima vez que utilices un tetrabrik de leche, lo único que tienes que pensar es si lo quieres caliente o frío, habremos hecho un buen trabajo.