En esta tribuna, Vesku Turtia, director regional de Armis para Iberia, explica cómo evoluciona el sector sanitario gracias al IoT en 2023.
Desde su origen el denominado Internet de las Cosas (IoT) ha destacado por proporcionar grandes ventajas a todo tipo de empresas: mayor productividad, rentabilidad, mayor eficiencia, mejor experiencia de cliente, ventajas competitivas y mucho más. Pero si hay una tendencia notable que marcará la pauta tanto en 2023 como en el futuro, es el hecho de que los proyectos de IoT seguirán ganando fuerza pese a las dificultades económicas que algunos prevén a corto plazo. De acuerdo con un estudio realizado por Eseye entre un total de 500 responsables de la toma de decisiones, el 96% confirmó que sus presupuestos para proyectos de IoT seguirán aumentando en los próximos 2-3 años. Además, el crecimiento del número de dispositivos conectados volvió a acelerarse en 2022 y se espera que esta tendencia continúe, dado que las organizaciones siguen trabajando en múltiples proyectos al mismo tiempo.
La seguridad, la gran preocupación para el IoT
Una prueba de cómo seguirá produciéndose este crecimiento en los próximos años, es la estimación de IDC. Según la consultora, los 41.600 millones de dispositivos IoT conectados generarán 79,4 ZB de datos en 2025. Por desgracia, cada “objeto” conectado a las redes es también un potencial punto de entrada a la red empresarial. Para proteger mejor esta superficie de ataque ampliada, los gobiernos y las empresas están abordando juntos los problemas de seguridad del IoT.
Así, por ejemplo, en Europa, la Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea (ENISA) ha publicado directrices dirigidas específicamente a los operadores de IoT y a las infraestructuras críticas. Algo similar ha hecho el gobierno estadounidense, que también ha adoptado una serie de medidas para reforzar la ciberseguridad de la nación en general, así como para modernizar los despliegues de IoT, especialmente los utilizados en infraestructuras críticas.
La falta de talento digital lastra la integración de IoT en proyectos empresariales
Además de los problemas de seguridad, muchas organizaciones carecen del personal y los recursos necesarios para desplegar y gestionar plenamente los sistemas IoT. Esto podría incluir aspectos como: estudios exhaustivos del emplazamiento además de análisis, planificación, pruebas e implementación. Según un estudio realizado por Inmarsat entre 450 profesionales, sólo el 20% de las organizaciones cuentan con las habilidades necesarias para integrar con éxito el IoT en sus operaciones, y tan sólo el 32% afirma disponer de todas las competencias necesarias en los niveles directivos para integrar plenamente IoT en sus estrategias empresariales generales.
Sin todas estas competencias, las empresas seguirán teniendo dificultades para integrar los proyectos de IoT en el conjunto de la organización. En caso necesario, deberán recurrir a partners externos que les proporcionen ayuda y conocimientos especializados.
¡El 5G privado ya está aquí!
Los pioneros en adoptar el 5G en sectores como la fabricación, la seguridad pública y la gestión de la cadena de suministro, ya están empezando a desplegarlo en las fábricas inteligentes o haciendo un mayor uso de sensores IoT, gracias a la ampliación de la cobertura, el aumento de la capacidad y la baja latencia. Aunque es improbable que la conectividad 5G privada sustituya a la Wi-Fi a corto plazo, sí que permite casos de uso en tiempo real, especialmente para IoT y edge computing.
A diferencia de una red 5G pública, las redes privadas ofrecen un grado de control que de otro modo no sería posible. Asimismo, proporcionan una respuesta más rápida a los problemas de seguridad y calidad de la cobertura. El camino para conseguir un sistema de producción totalmente integrado que satisfaga estos y otros casos de uso puede ser enorme. Algunos proveedores han empezado a ofrecer ya 5G privado como servicio gestionado, incluyendo puntos de acceso, tarjetas sim, o gestión e integración general de sistemas.
El Internet de las cosas en medicina (IoMT) se enfrenta a sus propios retos
Basta una búsqueda rápida en Internet para ver que las organizaciones sanitarias han sido uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes en los últimos años. ¿Por qué? Porque durante la pandemia de COVID, las organizaciones sanitarias tenían sus defensas bajas, al estar centrados en prestar asistencia durante este periodo tan difícil. Además, los historiales médicos contienen información valiosa que puede ser explotada y utilizada para el robo de identidad u otros fines. Como resultado, los precios que se piden en la Dark web por un historial médico pueden ser mucho más altos que los de un número de tarjeta de crédito robado.
Aunque la última generación de dispositivos médicos conectados promete mejorar la atención al paciente, mejorar los datos clínicos, aumentar la eficiencia y reducir los costes, también conlleva mayores riesgos para la seguridad. La resiliencia se está convirtiendo rápidamente en la estrategia a seguir, no sólo para el sector sanitario, sino para cualquier inversión en IT. Los profesionales de la seguridad de la información y la ingeniería clínica deben combinar su enfoque de la atención al paciente, la gestión de riesgos, la respuesta a incidentes y los procesos de recuperación.