David López Requena, Channel Manager España y Portugal de Barco, hace repaso de las tendencias que ayudan a mejorar la productividad pero también a conciliar la vida personal con la profesional en el trabajo híbrido.
Cuando ya parece que la imposición de trabajar desde casa empieza a ser algo del pasado, muchos de nosotros continuaremos haciéndolo en alguna medida, bien para conciliar mejor nuestra vida personal o profesional, bien para ser más productivos o ya por cualquier otra razón. Para muchas empresas y trabajadores, el trabajo desde casa ha sido un descubrimiento y ha resultado un éxito sorprendente. Y ha sentado las bases de un nuevo modelo híbrido que combina el trabajo a distancia con el presencial.
En nuestro reciente estudio Meeting Barometer de junio de este año, en ClickShare hemos identificado las 5 principales tendencias tecnológicas que van a favorecer esta nueva realidad del trabajo híbrido:
Los portátiles son el elemento central de la conexión
Cuando se trabaja en remoto, el portátil funciona como centro neurálgico. Es el enlace con la empresa, conecta con los compañeros y ofrece acceso a documentos y plataformas. Un vínculo que difícilmente se romperá con el retorno a la oficina. No es de extrañar que la mayoría de los empleados (75%) ya no pueden imaginarse la vida laboral sin su portátil, y que sea la herramienta favorita (70%) para realizar las videollamadas.
El vídeo lo es todo
Ver la cara de la otra persona es, para muchos, el principal modo de sentirse conectado, por lo que no es raro que las videollamadas se hayan convertido en algo habitual.
Con las videoconferencias como soporte fundamental de la vida laboral, tanto los responsables de TI como los encargados de servicios generales y gestión de inmuebles de las empresas, tienen una motivación de rediseñar los espacios de reunión para hacer de cada uno de ellos un espacio “de vídeo”.
No es de extrañar que el 77% de los empleados pidan que los espacios de trabajo y reunión estén dotados con la tecnología de videoconferencia adecuada. Sobre todo, si además tenemos en cuenta que el 81% de las reuniones futuras serán presenciales o híbridas.
Experiencia de uso del sistema de vídeo
Algo cada vez más importante es la experiencia del usuario. Durante este tiempo de trabajo en remoto hemos conseguido aprender a navegar por múltiples plataformas UCC para establecer llamadas con colegas, proveedores y clientes.
Es cada vez más común que en nuestra jornada laboral habitual nos encontremos con la necesidad de combinar diferentes plataformas, y que los participantes en las reuniones híbridas acudan a nuestras oficinas cada uno con un equipo muy diverso y con unas aplicaciones más diversas aún. No es de extrañar que el 65% reconozca que supone un reto, por no decir un problema, pasar de una sala de reuniones a otra cuando la configuración es diferente.
Los responsables de TI tienen que facilitar la existencia de salas de reuniones compatibles con un enfoque agnóstico ante la variedad de soluciones. Los dispositivos y herramientas de “bring your own meeting” (en español, “traiga su propia reunión”) nos facilitarán la conexión sin importar la plataforma que utilicemos.
Compartir contenidos desde cualquier lugar
Muchos ya disfrutan de la comodidad de compartir sus pantallas, contenidos e ideas con un simple clic en el botón “compartir pantalla”. En aquellas empresas que no tienen acceso a la posibilidad de compartir contenidos de forma inalámbrica, volver a sufrir las frustraciones de una conectividad por cable en las salas de reuniones puede ser un auténtico sufrimiento.
Con la realidad de las reuniones híbridas, donde los participantes están divididos entre presenciales y remotos, los contenidos deben seguir siendo accesibles, visibles y procesables para todos mediante la implementación de las soluciones de colaboración adecuadas en los espacios de reunión. No es sorprendente que el 80% de los empleados crean que una tecnología fácil de usar puede mejorar las reuniones.
La oficina es para las interacciones sociales
La vuelta a la oficina para muchos puede verse como la posibilidad de recuperar las relaciones y colaborar entre compañeros, pero sin dejar por ello de seguir teletrabajando algunos días a la semana. Una opción que está en las expectativas del 90% de los empleados.
El lugar de trabajo se tiene que rediseñar con el objetivo de dar prioridad a la experiencia, y servir como zona de encuentro y conexión. Esto incluye equipar los espacios de oficina, las salas de reunión y las cabinas/pods con los medios audiovisuales adecuados para la colaboración híbrida.
Está claro que, todavía en estos momentos, no sabemos muy bien cómo va a ser el puesto de trabajo híbrido. Lo que sí sabemos es que nuestros hábitos de trabajo han cambiado y no volverán a ser los de antes. Ese concepto híbrido ha llegado para quedarse en mayor o menor medida, y evolucionará. Y eso va a ser posible gracias a la tecnología, que nos ofrece una libertad y una flexibilidad para trabajar como queramos, permitiendo una colaboración más productiva sin limitaciones de lugar ni de husos horarios.