Por Marco Landi, Presidente de Polycom en EMEA, reflexiona sobre los beneficios del trabajo colaborativo en vídeo.
Es posible que no lo hayáis notado, pero durante mucho tiempo se ha forzado a la gente a unirse a formaciones no naturales con el fin de trabajar en una oficina. La naturaleza humana no es la de estar dividido en cubículos individuales, o la de sentarse a lo largo de mesas de salas de juntas rectangulares y alargadas. Ninguno de estos modelos imita la forma en que la gente se junta de manera natural, que desde que descubrimos el fuego (y la pizza) ha sido circular. Nos gusta mirarnos a los ojos siempre que podemos. Reunirse en círculo mejora la comunicación y nos hace sentir más cómodos; siendo ambos factores esenciales para crear un ambiente de trabajo productivo.
Las empresas se están dando cuenta del beneficio de adaptar el espacio de trabajo a la naturaleza del empleado en vez de intentar forzar la situación al contrario. Los directivos de TI invierten mucho tiempo tratando de impulsar los niveles de adopción de soluciones, pero si éstas no están diseñadas en torno a las necesidades de las personas, los usuarios no van a utilizarlas.
Mirar en una pared a una pequeña pantalla de colaboración en vídeo puede causar tensión ocular y fatiga, y más aún si el vídeo y audio tienen una calidad pobre. Sabemos que la colaboración en vídeo es más eficaz que la voz sola, pero lo que necesitamos son soluciones en el centro de las salas de reuniones que nos permitan mirarnos a los ojos en lugar de tener que estirar el cuello. Las soluciones de colaboración en el medio de la sala permite a los que están físicamente juntos trabajar de manera más natural, creando la energía necesaria para inspirar a todos en una llamada de vídeo.
No se trata de grandes salas; las soluciones para pequeños espacios están despegando debido a que animan a la gente a reunirse en grupúsculos y en salas adecuada para trabajar colaborando. No todas las reuniones son a nivel directivas, a veces una lista de invitados concisa conduce a la productividad de la mayoría. Wainhouse Research estima que hay entre 30 y 50 millones de salas de reuniones pequeñas en el mundo, a la espera de ser equipadas con vídeo.
Sabemos que los empleados son más móviles ahora que nunca, y la productividad empresarial de las aplicaciones móviles da a las personas la libertad de moverse y trabajar desde cualquier sitio, sin tener que ver comprometida la calidad de la experiencia o la seguridad. La realidad es que a veces vas a tener que unirte a una llamada por videoconferencia desde un tren, la sala de espera de un aeropuerto, una cafetería o incluso desde la playa.
El espacio de trabajo del futuro está diseñado para las personas con tecnología moderna, y cualquier espacio puede ser un lugar de trabajo. Simplemente necesitamos ‘think outside the box’, o incluso fuera de la sala de juntas.
¿Trabajar desde cualquier sitio? En realidad no…
Desde 2012, se está hablando mucho alrededor del ‘trabajo flexible desde cualquier lugar’, pero si va a ser una realidad cotidiana realmente se necesita pensar en términos prácticos sobre lo que se necesita con el fin de hacer que cualquier espacio sea un espacio de trabajo productivo. ¿Cuántos empleados de la empresa en realidad podrían hacer su trabajo sin acceso a Internet?
Los básicos esenciales de la vida moderna y del trabajo de empresa incluye: conexión a internet de gran velocidad, cobertura móvil y energía. Eso antes de pasar a pensar desde dónde accedes a tus aplicaciones críticas; desde la nube, vía VPN o desde el escritorio remoto.
Hay algunas cosas de las que tal vez podríamos prescindir. En la era de la colaboración en vídeo, probablemente seríamos más productivos sin acceso al correo electrónico ya que no pasaríamos la mitad del día tratando de limpiar nuestras bandejas de entrada. ¿Con qué frecuencia enviamos un correo electrónico a alguien que se encuentra en la misma oficina que nosotros? El aumento de la colaboración en vídeo está teniendo un impacto doblemente positivo en este caso; está poniendo punto y final a las cadenas de emails sin fin a medida que empezamos a confiar en las grabaciones de vídeo o archivos que podemos buscar fácilmente, lo que nos permite obtener la información en tiempo real. También es alentador para nosotros poder hablar ‘cara a cara’ de nuevo. Más vídeo significa más conversaciones, ya que cada vez más trabajadores piensan que enviar emails es lento e improductivo, porque lo que queremos es hablar cara a cara.
Queremos trabajar desde cualquier sitio siempre que nos permita hablar con nuestros compañeros.