¿Cómo evitar la fuga de talento en las empresas?

Aparte de la calidad de la idea de negocio, el nivel de formación, experiencia y talento que reúnen los empleados es uno de los grandes valores de toda empresa. Por eso, resulta vital aprender a fichar los perfiles correctos y, a continuación, preocuparse de retenerlos.

Pero, ¿cómo? Según la empresa especializada en reclutamiento Hays, existen tres manera básicos de hacerlo. “Una evaluación precisa y objetiva del potencial es imprescindible para determinar qué trabajadores serán más adecuados para alcanzar los objetivos marcados”, comenta Noelia de Lucas, directora comercial de esta firma en España, que añade que “son muchos los factores que influyen para tomar una decisión sobre el tipo de mano de obra que la empresa debe retener”.

En primer lugar, antes de aplicar técnicas de retención, habría que examinar el potencial que puede explotar cada persona en el futuro. Esto es, a más largo plazo, para saber si merece la pena que continúe en plantilla. Y sólo entonces “ofrecer verdaderas oportunidades de crecimiento profesional a ese talento por el que se apuesta, invertir recursos y tiempo en su desarrollo”, tal y como recomienda de Lucas.

Una forma de hacerles sentir a gusto es premiar sus logros. “Reconocer el trabajo cuando está bien hecho, puede ser un aliciente para que el empleado siga esforzándose y mejorar”, dice esta experta. “Al permitir que los empleados conozcan realmente el valor de su trabajo y el apoyo de la empresa hacia el mismo, se estará cimentando su lealtad y su disposición para quedarse en la empresa será mayor”. Mimar a los trabajadores más importantes nunca debe ser tomado como un signo de debilidad o como un paso hacia su salida voluntaria de la empresa, por creerse demasiado valiosos.

“Hay muchas medidas que se pueden tomar para retener a los mejores trabajadores en una empresa, y todas ellas al final están vinculadas de una u otra manera a que el empleado se sienta valorado, así se logrará el éxito de una manera eficaz”, comenta Noelia de Lucas.

Por último, llegado el caso de la marcha, no habría que tomarlo como un drama. Desde Hays recuerdan que nadie en esta vida puede considerarse indispensable y que los cambios también son buenos, porque traen aires frescos a la oficina y nuevas ideas que ayudarán a progresar al negocio.