Europa rechaza la propuesta para prohibir la pornografía

La propuesta que pedía prohibir toda forma de pornografía en Europa, incluida en la web, ha sido rechazada por 368 votos frente a 159.

Finalmente el Parlamento Europeo ha rechazado una propuesta que hubiera prohibido todo tipo de pornografía, incluida la de Internet, en la región. El resultado fue de 368 votos en contra de la propuesta, 159 a favor y 98 abstenciones.

La propuesta, sobre la que Itespresso.es ya informó la semana pasada, fue presentada por Kartika Tamara Liotard, miembro del Parlamento Europeo por el Socialist Party de Alemania. Bajo el título  “Eliminating gender stereotypes in the EU”, la propuesta se presentó el pasado mes de diciembre y su objetivo era un intento por cerrar la brecha de desingualdad de género en la región desarrollando una serie de medidas eficaces que acabaran con algunos estereotipos.

Pero la propuesta terminó por causar más revuelo del esperado por el amplio alcance que podría haber tenido la propuesta de haberse aceptado ya que planteaba la “prohibición de todas las formas de pornografía en los medios de comunicación”, y dar a los proveedores de Internet derechos de vigilancia sobre sus clientes.

Aunque se realizaron algunas enmiendas, no se solucionaron los aspectos más controvertidos de la propuesta, que terminó llevándose a votación en el Parlamento, que aboga por una prohibición general de la pornografía desde 1997.

Rick Falkvinge, miembro del Parlamento Europeo por Pirate Party, pidió que se eliminara del texto la frase “prohibir toda forma de pornografía en los medios” y al no conseguirlo aseguró que la propuesta no era otra cosa que la resolución de 1997.

Las cosas se pusieron algo peor cuando algunos miembros del Parlamento Europeo pidieron a los ciudadanos que protestaran y el departamento de TI empezó a bloquear esos correos electrónicos de protesta que llegaban sin freno, explica News.com.

Christian Engström, también del Pirate Party, calificó la medida como una “vergüenza absoluta” y aseguró que presentaría una queja ante el Presidente del Parlamento por lo que consideró una “práctica totalmente antidemocrática”.