Samsung acordó con el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones en 1998 el compromiso de “otorgar licencias sobre cualquier patente de estándares esenciales en términos justos, razonables y no discriminatorios”.
Esto obligaría a Samsung a conceder licencias de forma no discriminatoria en relación a las patentes consideradas esenciales (por ejemplo las relacionadas con tecnología UMTS y 3G).
La Comisión investiga si con la avalancha de demandas que ha llevado a cabo la compañía desde 2011 que pretendían bloquear la distribución de móviles de otros fabricantes que supuestamente infringían patentes, Samsung ha incumplido los compromisos del 98.
En definitiva, los reguladores europeos investigarán si el comportamiento responde a un abuso de posición en el mercado. Si es así, sancionará al gigante.
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