Europa: hacer frente a la obsolescencia incorporada en bienes tangibles y el software

Los parlamentarios europeos impulsan nuevas reglas para frenar la obsolescencia programada.

El Parlamento Europeo ha recomendado una mejor protección de los productos de consumo, exigiendo que sean duraderos y reparables por talleres independientes.

En una sesión plenaria en Estrasburgo, el Parlamento ha dictaminado que “los bienes tangibles y el software deberían ser más fáciles de reparar y actualizar, y ha hecho un llamamiento para hacer frente a la obsolescencia programada y garantizar el fácil acceso a piezas de repuesto”.

Algunos de los artículos más denunciados, respaldados por una serie de encuestas ciudadanas, son las baterías de los smartphones y las pantallas LED, que no pueden reemplazarse.

La propuesta comunitaria pasa por incluir algún tipo de certificación, de forma que los productos deben probarse para evaluar su obsolescencia programada y calificarlos en consecuencia, “posiblemente con un esquema de etiquetas europeo que indique la durabilidad, características de diseño ecológico, capacidad de actualización y reparación”.

Para los arreglos, los fabricantes deberán contar con los talleres independientes y si una reparación tarda más de un mes, los miembros del Parlamento Europeo han propuesto que el tiempo se añada al período de garantía del producto.

Por otro lado está el hecho de que las piezas de repuesto son desorbitadamente caras y lleva a tirar los productos a la basura cuando todavía pueden utilizarse. De acuerdo con la recomendación de los europarlamentarios, “los recambios deberán estar disponibles a un precio acorde con la naturaleza y duración del producto”.