Europa aumenta en 2022 un 20 % su gasto en seguridad biométrica
Huellas dactilares y reconocimiento facial y de voz siguen siendo las técnicas de seguridad biométrica más comunes frente a otras como la dinámica de pulsación de teclas o la geometría de la mano.
La seguridad biométrica está siendo una importante prioridad para las empresas europeas, que durante el presente año 2020 incrementarán sus gastos en estas partidas hasta un 20 %, superando los 3.000 millones de euros, según evalúa la consultora IDC.
El motivo es el uso cada vez mayor del reconocimiento biométrico en los controles de acceso a los lugares de trabajo, además de su empleo para gestión de plantillas y de experiencias de los empleados. Es la respuesta a las necesidades en las empresas de aumentar el rendimiento de los trabajadores, mejorar su experiencia pero también de aplicar la innovación al espacio de trabajo.
Este incremento además continuará a lo largo de los próximos años con lo que en el año 2026 podría incluso duplicarse y alcanzar los 6.000 millones de euros, lo que supone un aumento en porcentajes de tasa compuesta del 18 % en cinco años.
Las técnicas de seguridad biométrica más empleadas son el reconocimiento mediante huellas dactilares así como el reconocimiento facial y de voz, técnicas que por el momento seguirán siendo las más populares en cuanto a autenticación e identificación.
Apenas un recudido número de empresas apostará por implementar técnicas de identificación biométricas más novedosas tales como el análisis de la forma de caminar, la dinámica de pulsación de teclas, la geometría de la mano o el escaneo del iris, soluciones que tienen un uso muy residual para entornos laborales muy determinados.
Además de para el control de acceso a instalaciones, la seguridad biométrica aumentará su uso en aspectos como el control de acceso a datos o la gestión del tiempo.