De sacar adelante la nueva legislación, unas 42.000 organizaciones europeas –aquellas que son críticas para la economía de la eurozona- deberán informar a la Comisión Europea para que tome cartas en el asunto y evitar daños mayores.
De sacar adelante la nueva legislación, unas 42.000 organizaciones europeas –aquellas que son críticas para la economía de la eurozona- deberán informar a la Comisión Europea para que tome cartas en el asunto y evitar daños mayores.