En la actualidad, el espionaje es “masivo e indiscriminado”

¿Son los políticos cómplices?

Insólita y trascendental fue la comparecencia del director del CNI para esclarecer las dudas sobre el espionaje en España. El pasado miércoles, 6 de noviembre, el general Félix Sanz acudió al Congreso de los Diputados para explicar el vínculo existente entre los servicios secretos estadounidenses y españoles. Allí defendió la legalidad de todas las actividades del CNI, descartó al 99% el espionaje al presidente Rajoy, pero no disipó las dudas sobre la NSA. A su término, todos los grupos parlamentarios quedaron satisfechos.

En España, y desde 2004, tenemos implantado el sistema SITEL, “primo hermano del PRISM americano”, sostiene Díaz. Sus orígenes se remontan al año 2001, cuando el gobierno del entonces presidente José María Aznar inició el proyecto. SITEL (Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones) se trata de un avanzado programa informático que permite la apropiación, sin límite, de todas las telecomunicaciones que tengan lugar en nuestro país. Es utilizado conjuntamente por las Direcciones Generales de Policía y Guardia Civil, así como por el CNI.

De las insuficientes garantías jurídicas que ofrecía el sistema se habló hace años. Aun así, y tras varios rifirrafes políticos, SITEL cayó en el olvido. Por principio de buena fe, el abogado Guillermo Díaz entiende que la Policía y la Guardia Civil hagan un uso profesional e investiguen bajo el preceptivo control judicial.  Pero, “¿qué pasa cuando el sistema es utilizado por el CNI? En tal caso, estamos hablando de los servicios de inteligencia del estado. A esto, lisa y llanamente, se llama espionaje”, destaca.

“El objetivo de la recolección de inteligencia es proporcionar al Gobierno información valiosa para la toma de decisiones. SITEL es una de las herramientas utilizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) para realizar la interceptación legal. Cualquier intervención debe ser autorizada por el mandamiento judicial correspondiente. Los ciudadanos confían en este control judicial previo”, expone Candau. Y añade que, en materia de ciberseguridad, se detectan muchos ataques relacionados con Rusia o China, aunque se pueden recibir de todos los países. “Actualmente, los ciberataques, por las dificultades de identificación y el acceso completo a las redes corporativas gubernamentales, representan uno de los instrumentos más importantes para espiar”.

Los avisos legales para la implantación de cookies en nuestros ordenadores están de moda. Díaz se plantea si alguien puede creer que los agentes del CNI no nos van a instalar una de esas cookies en remoto y vigilarnos las 24 horas del día. Queda mucho por saber, pero es conocido que existe colaboración entre los servicios secretos de España y Estados Unidos. Corrons revela que “podemos decir que el Gobierno español tenía conocimiento de la información que se estaba facilitando desde el CNI a la NSA”.

Al mismo tiempo, Díaz considera que hay un terrible cinismo entre los dirigentes políticos. “En público se rasgan las vestudiras, pero en privado saben que todos son cómplices de ese espionaje masivo. El gobierno español lo sabía y, además, facilitó información desde SITEL a PRISM. También lo sabían las operadoras de telecomunicaciones, que son cooperadores necesarios”.