Esperanza virtual

La interconexión que Internet promete hace posible un mundo más completo, lleno de innovaciones y diferentes modos de vivir a los que todos aspiramos.

La investigación y enseñanza europeas están viviendo sus momentos más dulces. La inyección de capital procedente de la Unión Europea aspira a que, con más de 90 millones de euros, se haga realidad uno de los objetivos más preciados de la comunidad científica: lograr un frente común donde sus ideas, proyectos y elucubraciones matemáticas puedan ser accesibles en cualquier destino y horario.

Esta infraestructura de comunicaciones digital, felizmente conocida como GEANT, va a suponer no sólo un modo de conectividad desconocida hasta ahora, sino la inmersión en unas capacidades tecnológicas notablemente superiores. De hecho, con esta iniciativa se podrían determinar los comienzos de una Internet que no ha hecho más que despegar y que, de seguir la trayectoria, promete llevarnos a nuevos niveles por ahora- de formación y ciencia.

Un ámbito que posiblemente se verá ampliado por otros sectores de igual importancia en lo que ya se puede definir como interconexión universal. Es más, mediante estas proyecciones, el mundo se reduce y nos acerca de tal modo que los servicios y tecnologías se pondrán a disposición de la población ofreciendo nuevas formas de vivir.

Así pues, la estructura GEANT facilitará innovaciones seguras en nuestros hogares, empresas y dominios fomentadas por unas alternativas en las telecomunicaciones diseñadas para satisfacer hasta al más exigente. Por lo menos, en teoría.

El universo virtual ya está al alcance de nuestras manos y sólo el tiempo podrá dar forma y cuerpo a lo que hoy sólo es un principio. Un principio glorioso en el que la inmensa mayoría de la sociedad tiene puestas sus esperanzas y expectativas.