Si no está en internet, no existe. Ninguna empresa puede sustraerse a esta realidad, especialmente si se dirige al consumidor final. Pero no vale con estar en la red, sino que la web de la compañía debe ofrecer una buena imagen.
Todos nos hemos acostumbrado a buscar todo tipo de información en la red, por lo que el site es la carta de presentación de todo negocio. Una página web vacía de contenido, poco agradable, sin diseño responsive o mal posicionada en buscadores, por ejemplo, dará una sensación muy pobre de la empresa. Y mucho peor es buscar una compañía y que no tenga web o que las únicas entradas que aparezcan en la red –o los primeros resultados en una búsqueda- sean noticias negativas.
Las cifras avalan la importancia de internet en nuestras vidas. Según los datos de un estudio elaborado por Nominalia -compañía especializada en dominios, hosting, protección de marca online y otros servicios de presencia en la red-, los españoles pasamos de media 2 horas y 53 minutos en internet por motivos personales y de ocio, además del tiempo destinado navegando por motivos laborales.
Además, 2 de cada 5 encuestados invierten más de 3 horas en la red. Y un 14% asegura que internet absorbe más de 5 horas de su tiempo. Por otra parte, se registran algunas diferencias por sexos, ya que los hombres confiesan que dedican un 6% más de su tiempo libre a navegar por la red.
El estudio también desvela que las compras online ya forman parte de la cotidianeidad de nuestras vidas. Así, casi todos los consultados (97,5%) reconocen haber comprado a través de internet al menos en una ocasión. Además, más de la mitad (55,3 %) afirma que compra online todos los meses. Y conviene tener en cuenta que 3 de cada 5 internautas indica que consulta las opiniones de otros usuarios en redes sociales antes de adquirir un bien o servicio. Además, el porcentaje se eleva hasta el 84,2% cuando se trata de compras online.
Por todos estos motivos, tener una buena presencia online es esencial para todo tipo de negocios, pero especialmente en el caso de aquellos dedicados al B2C y al ecommerce. Como explica Nominalia, no vale con estar en Internet, sino que hay que ser capaces de “aprovechar al máximo su potencial para saber llegar al público objetivo, interactuar con la comunidad y generar una imagen que proyecte el valor de la empresa”. De este modo, la reputación online es clave para atraer nuevos clientes y fidelizar a los que ya están en cartera.
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