Ni irse a la playa o a la piscina, cambiando el escenario habitual de fondo, sirve para desconectar.
Los españoles se encuentran entre los europeos que más envían y responden emails estrictamente laborales cuando se encuentran en estos espacios. Lo hacen casi 2 de cada 10 españoles (un 19 %), tan sólo por detrás del 24 % de los italianos que tienen este mismo hábito. En el caso de alemanes, franceses y británicos, los porcentajes caen al 12 %, 10 % y 6 %, respectivamente.
Al trabajador patrio le resulta complicado desconectar durante las vacaciones estivales. El verano también está plagado de correos de trabajo.
Así lo determina un estudio de lastminute.com, que también revela que el 55 % de los españoles se lleva el teléfono móvil a playa y piscina para seguir conectado. De hecho, es su tercera prioridad dentro de su lista de imprescindibles. La primera sería la toalla; y la segunda, la crema para el sol. Otros dispositivos que se suelen ver en manos de bañistas son reproductor musical, tableta y lector digital.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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