El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, confirmó ayer que, desde su ministerio, no se iniciará ninguna medida que impida el uso de las redes P2P, como el popular eMule.
Sebastián apuntó que “no aplicaremos restricción ni regulación alguna que impida la expansión o desincentive el uso de Internet ni estableceremos límites a las herramientas de libre circulación de información”, según declaraciones que recoge El País.
El gobierno español se desmarca, de este modo, de las decisiones tomadas recientemente por los países vecinos.
Francia acaba de poner en marcha la llamada ley Création et Internet, que busca acabar con entre el 70 y el 80 por ciento de las descargas bloqueando el acceso a la red de los usuarios que utilicen las redes P2P.
En esta línea se sitúa también Reino Unido, donde la iniciativa privada ha comenzado campañas disuasorias adelantándose a las prohibiciones del gobierno.
La situación española, además, podría chocar con los intereses comunitarios. La Unión Europea lanzó la semana pasada su llamado ‘paquete de telecomunicaciones’, que endurecerá las condiciones para el uso de la red y penalizará la navegación incorrecta.
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