España padece una de las huellas WiFi más anticuadas de Europa

Hasta dos tercios de las conexiones inalámbricas en nuestro país dependen de estándares como WiFi 5 y WiFi 4.
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España destaca dentro de Europa por el nivel de expansión de la fibra óptica. Más de un 95 % de los hogares cuenta ya con una red de fibra óptica frente a la media de la Unión Europea del 64 %. Pero ese despliegue no se está traduciendo en el mejor rendimiento en banda ancha fija.
Un análisis de Ookla sobre el estado de los estándares WiFi en nuestro país desvela un problema de competitividad por la falta de modernización de los equipos de las instalaciones de los clientes.
“Como pionera en fibra”, explican desde esta compañía, “España migró desde el cobre antes de que los modernos CPE WiFi 6 y WiFi 7 -diseñados para aprovechar al máximo el potencial multigigabit de la fibra- estuvieran ampliamente disponibles“.
Los primeros despliegues en nuestro territorio se produjeron cuando el WiFi 4 era la norma para muchos de los CPE.
Esto lleva a Ookla a declarar a España “víctima de su propio éxito”, por extender la cobertura de fibra por su territorio cuando no había estándares tan avanzados y quedarse con “una de las huellas WiFi más antiguas y menos capaces de Europa”.
También destaca las dificultades de los proveedores de servicios de internet españoles para competir en el mercado.
Los grandes operadores dieron más importancia al precio de los paquetes y el contenido que a invertir en el hardware.
Según los datos de Speedtest Intelligence que ha compartido Ookla, hasta dos tercios de las conexiones inalámbricas que existían en España a finales de 2024 dependían de estándares heredados. Esto es, de WiFi 5 e incluso de WiFi 4.
Nuestro país se ha quedado rezagado frente a otros con menor penetración de fibra, como Francia, Reino Unido o los países nórdicos, en lo que se refiere a la adopción de estándares más recientes.
DIGI, que se caracteriza por ofrecer CPE con WiFi 6 a sus abonados, es la compañía que destaca aquí en cuanto a penetración de WiFi moderno.
Aproximadamente la mitad de las muestras de Speedtest en conexiones DIGI usaban WiFi 6 o WiFi 7 en el mes de enero. Es el único proveedor en el que WiFi 6 está más extendido que WiFi 5.
La proporción de los últimos estándares en empresas rivales, que tardaron más tiempo en introducir equipos compatibles o que restringieron el acceso, no es tan alta.
En enero, un 35 % de las conexiones Orange usaba WiFi 6. Por las mismas fechas, un 19 % de la base de clientes de Movistar disfrutaba de este estándar. En el caso de Vodafone, el porcentaje no alcanza el 14 %.
En España, la velocidad mediana de descarga en WiFi 6 y WiFi 7 es de 419,13 Mbps y 664,25 Mbps, respectivamente. La de carga llega a los 449,69 Mbps en WiFi 7, que además ofrece una latencia mediana de 19 ms.
Estas tecnologías permiten reducir distancias entre la velocidad de fibra anunciada y el rendimiento inalámbrico real.