Según datos del Índice de Innovación Altran 2014 presentados hoy en Madrid, España ocupa el puesto número 12 en innovación entre los 25 países europeos estudiados.
Se mantiene estable en la lista, sin variación con respecto a 2013, y manteniendo un “potencial de innovación” superior a la media europea.
Para elaborar el índice se han tenido en cuenta 4 componentes: porcentaje de población activa con educación superior, la penetración de banda ancha en empresas, número de empleados en servicios de alta tecnología y número de investigadores en el sector empresa.
España ha crecido en tres de las cuatro áreas analizadas, obteniendo unos valores iguales (y en casos superiores) a la media del estudio.
Así, en el área de población activa con educación superior ha registrado un 32,2%, más de dos puntos porcentuales con respecto a los números de un año antes. La posición del país en el área de empleo en servicios de alta tecnología se ha mantenido estable con respecto a 2013. Los números en cuanto al empleo en servicios de alta tecnología tampoco han variado.
El informe destaca un incremento en el volumen de investigadores en el sector empresa, que ha aumentado casi un punto porcentual hasta el 35,43% en el último año. A pesar del crecimiento es en esta área donde nuestro país saca peor nota, alejado del 46,36% de la media europea.
En cuanto a las empresas con acceso a internet de banda ancha, el porcentaje ha caído del 96% al 95%. La media europea se sitúa en el 90%.
El primer puesto de la tabla como líder en el índice de innovación lo ocupa Finlandia, que ha sustituido a Suecia en 2014. Tras los dos países nórdicos, Islandia y Dinamarca.
Estos cuatro países lideran la inversión en I+D así como el porcentaje de PIB que representan estas inversiones. Además, están muy cerca de alcanzar los objetivos europeos del 3% en 2020.
Nada que ver con el caso español. Como declaraba a Silicon News recientemente el máximo responsable de la Patronal de las empresas del sector TIC en España, José Manuel de Riva, es prácticamente imposible que España vaya a alcanzar los propósitos establecidos por la Agenda Digital Europea.
Y es que a pesar de que España ha sido capaz de mantenerse estable en los términos generales descritos en el presente informe, cabe destacar la disminución en inversión I+D hasta el 1,3% del PIB. Hace dos años la inversión se situaba en el 1,4% del Producto Interior Bruto.
El estudio señala a la empresa privada como “principal lastre del sistema español de ciencia y tecnología”.
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