Desde 2017, España ha sido víctima de más de medio millón de ciberataques. Pandora FMS contabiliza un total de 695 101, tanto a personas individuales como a empresas y operadores que son estratégicos para la economía del país.
Durante los últimos años la evolución ha sido irregular. Tras las caídas registradas en 2018 y 2019, en 2020 se volvió a sufrir un repunte. Destaca el crecimiento del 34,4 % en los ataques a operadores críticos. Esto es, a empresas públicas y privadas cuyos servicios son fundamentales para el día a día de la sociedad.
“Son de los que depende la distribución de agua, de energía o las simples transferencias bancarias”, explica Sancho Lerena, CEO de Pandora FMS. “Son puntos clave de cualquier país”.
“Si se las ataca a ellas se ataca el funcionamiento de todo el país”, indica. Estas acciones constituyen “una nueva forma de guerra, adaptada a la era digital en la que vivimos. Por eso es tan importante implantar sistemas de gestión IT y seguridad. Es como si fuera un radar de ataques. En cuanto se detecta uno, salta la voz de alarma y permite anticiparse a un contagio masivo”, explica Lerena.
Este directivo dice que “Hay que concienciarse de que si no se protegen estos puntos, es muy fácil acabar con cualquier país. Ya no sólo hay guerra física, sino que la digital influye y mucho, además de que se puede hacer de manera más paulatina y dañina”.
El análisis realizado por Pandora FMS revela que en 2021 fue posible una bajada en el volumen de ataques a personas y empresas, incluyendo en este caso a los operadores estratégicos y críticos, aunque sin llegar al nivel de 2019. Ya en 2022 la situación volvió a complicarse, con un repunte del 22 % en los ataques a particulares y empresas, hasta los 110 840.
“El nivel de ciberseguridad que hay en España sigue siendo inferior al requerido. Hay casi un 90 % de empresas que tienen alguna medida de seguridad, pero apenas el 5 % utiliza todas”, cuenta Lerena. “El sector TIC es el más avanzado, pero tienen que acompañarle el resto de sectores”.
Por su parte, las empresas energéticas son las que más ataques han recibido en 2022. Acumulan prácticamente 4 de cada 10 ofensivas registradas. El transporte ocupa el segundo lugar con una participación del 22 %. Mientras,el sector financiero es tercero al ser el receptor de un 18 % de los ataques.
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