España es el segundo país con más riesgo de ataques informáticos
Los ciberdelincuentes utilizan trucos como la infección de sites legítimos o la propagación de spam en redes sociales para llevar a cabo sus ataques.
Durante el primer semestre de 2012, el 69% de todos los contenidos maliciosos se alojaron en Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá.
Además de ser éstos los países elegidos desde donde los ciberdelincuentes propagan sus programas maliciosos, son también los principales receptores de malware.
Así, según el informe correspondiente al primer semestre de 2012 de Kaspersky, lideran este poco afortunado ranking Italia y España, con un porcentaje de ataques a ordenadores superior al 40%.
Según el análisis de la firma de seguridad, los altos niveles de protección de los usuarios en las regiones más atacadas y la constante migración a nuevas versiones de sistemas operativos no suponen una traba. Al contrario; anima a los ciberdelincuentes a desarrollar sofisticados ataques, capaces de sortear la seguridad de los equipos y dificultar su detección.
Lo mismo ocurre con el sector preferido de los cibercacos: la banca online. Las principales firmas financieras de Europa Occidental y Estados Unidos ofrecen varias formas de protección a modo de prevención. Los ciberdelincuentes, sin embargo, trabajan en programas maliciosos capaces de saltarse estos muros de contención.
Importación del modelo soviético
Kaspesky alerta además de nuevas técnicas de ataque. Se trata de los denominados programas troyanos chantajistas, hasta ahora desconocidos fuera de la ex Unión Soviética. Su forma de actuar es sencilla: tras infectar un ordenador se bloquea el acceso al mismo gracias al cambio de configuración del sistema.
Además de las tradicionales cuentas bancarias, el 34% y el 9% de los ataques se han dirigido a servicios de pagos online, PayPal y eBay durante los seis primeros meses del año.
Se utiliza un mensaje falso para forzar al usuario a facilitar datos bancarios.
Uno de los ataques de esta índole que más éxito ha tenido bloqueaba el ordenador de los usuarios sugiriendo que éste había visitado páginas de pornografía infantil. Un falso mensaje de la Policía Nacional pedía al internauta un ingreso en concepto de multa.