España, a la cabeza de los países más tecnológicos
Para<b> </b>Jesús Banegas, presidente de AETIC, el país no corre el riesgo de descender en la escala TI y, por el contrario, forma parte de la elite europea.
El presidente de Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), Jesús Banegas, ha asegurado tener un “desafío” con las pymes para que, “de una vez por todas, se atrevan a introducir en sus sociedades las Nuevas Tecnologías”.
Así, en la presentación del Observatorio de Vigilancia Tecnológica (Ovitec), Banegas precisó que es “difícil” introducir las tecnologías en este tejido empresarial, puesto que existe “cierta debilidad” en el nivel formativo ocupacional de los trabajadores. Sin embargo, afirmó que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en España se enmarcan “en la primera división del mundo”, de modo que “estamos a la cabeza de los países más tecnológicos”.
Según explicó, si se suma y divide “per cápita” la extensión de redes fijas, la conexión a Internet, el número de ordenadores o la banda ancha en España, se observa que, aunque los países “líderes” son los nórdicos y nuestro país se encuentra entre los últimos, la distancia entre ambos es “tan pequeña” que se puede decir, “con toda tranquilidad, que somos punteros en muchos sectores”.
No obstante, indicó que por ejemplo en el nivel de penetración de telefonía móvil España se sitúa “por debajo de Europa”, si bien en conexión a alta velocidad a través de Internet “nuestro puesto europeo es bastante digno”.
Con respecto al número de sociedades destinadas a la creación de tecnologías, Banegas concretó que, a pesar de que las empresas “aún son minoría”, se configuran como “un sector muy competitivo”, ya que los datos demuestran que desde este país se exporta la mitad de la producción de estas firmas. “Somos pocos, pero funcionamos bien”, manifestó.
Además, destacó el papel “fundamental” que las administraciones públicas deben desarrollar en el “impulso y desarrollo” de firmas de este ámbito, al tiempo que apostó por aumentar “el esfuerzo innovador”. A su juicio, “formamos parte de la elite europea” y, a pesar de que existen puntos en los que “estamos peor o mejor, no corremos el riesgo de descender en la escala tecnológica”.