España, un país de cotillas
El rumor nos entretiene y por eso nos hemos ganado a pulso la fama de que somos un país de cotillas. Según un estudio del Observatorio de Internet Francesc Canals, los españoles generamos alrededor del 70 por ciento de los rumores que circulan por Internet.
Y es que el anonimato que nos da escribir desde casa hace posible que los rumores que creamos se puedan distribuir a gran velodidad por la Red y que lleguen a todos los rincones del mundo. Entre los que más nos gustan, y según el mismo estudio, están los rumores relativos a la vida de los famosos, a los escándalos y dimisiones de los políticos, a los que afectan a una marca o una empresa en concreto, a los que anuncian catastrofes y atentados y a los de los temidos ‘spam’ con carga vírica.
Un dato curioso que se desprende del estudio es que somos los culpables de la creencia de que en los restaurantes chinos se sirve carne de perro o de gato y de que en alguna ocasión han aparecido uñas de rata en la comida. Incluso culpables de la creencia de que son las propias mafias chinas las que regentan estos restaurantes.
En cuanto a los formatos en los que se divulgan estos rumores, el más común es el que llega a las cuentas de correo a través de ‘spam’. Pero hay muchos más: los transversales, que se sirven de otros medios de comunicación; los ‘punisher’, que conllevan todo tipo de consecuencias negativas para la víctima; los estacionales, relacionados con un acontecimiento o fecha; los troll, que afectan a la credibilidad de una persona u organismo; los delictivos, para engañar a las víctimas; los históricos, relacionados con sucesos pasados, y, por último, los transnacionales, que son internacionales y no conocen fronteras.