El expediente a un alumno de la Lower Merion School District de Pennsylvania por “conducta impropia”, aportando el colegio como prueba una fotografía tomada en su domicilio con la cámara del portátil, reveló el espionaje al que era sometido el escolar.
La demanda interpuesta por los padres contra la escuela por estos hechos ha permitido conocer que estas actividades ‘extraescolares’ de espionaje mediante la activación de la cámara y micrófono incorporado en los portátiles, se extendió a más de 1.000 alumnos.
Una vigilancia permanente no permitida en los domicilios de los alumnos con “miles de imágenes de webcam y capturas de pantalla tomadas en los hogares”, algunas incluso mientras los alumnos dormían desnudos, denunció el abogado del estudiante espiado. Esta historia huele a podrido…
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