Esclavitud laboral en China al servicio de tecnológicas occidentales
Microsoft ha prometido, investigar internamente y también mediante auditores independientes, la denuncia de esclavitud laboral en una factoría de KYE Systems en China que fabrica distinto hardware para periféricos de su compañía.
Un caso que no es nuevo (ni exclusivo de las compañías tecnológicas) y que afecta también a otras empresas que figuran como clientes como Hewlett-Packard, Samsung, Foxconn, Acer, Logitech o Asustek. Condiciones laborales infrahumanas donde lo único que importa es la rentabilidad, con jornadas de 15 horas diarias siete días a la semana, cobrando medio dólar la hora, contratando menores y con 10 minutos para comer que son utilizados para dormir en las mismas mesas de trabajo.
“No trabajamos para vivir, vivimos para trabajar, somos como prisioneros, no tenemos vida, sólo trabajo”, explicó una de las trabajadoras a la organización NLC que lleva tres años investigando las condiciones de esta fábrica china donde se denuncia además el acoso sexual a la que se ven sometidas las mujeres jóvenes de la factoría. Lamentable “Centro de esclavitud del siglo XXI” como es calificado por la ONG.