Esa palabra es mía: términos registrados por compañías TIC
Esta misma semana Twitter lograba recuperar los derechos de uno de sus términos más característicos, “tweet”, propiedad de la compañía Twittad (a los que, por supuesto, tenían demandados). ¿Cómo se ha llegado al acuerdo? De la forma más beneficiosa para todos: Twitter retira la demanda si Twittad le transfiere los derechos sobre la marca “tweet” (aunque Twittad podrá seguir utilizándola). No se sabe si ha habido dinero de por medio o con retirar la demanda ha sido suficiente, pero el caso es que, desde hace unos días, Twitter ya puede utilizar la palabra “tweet” sabiendo que es suya.
Esta extensión de la batalla entre compañías TIC al campo del lenguaje no es nueva, y en muchos casos llega incluso a rozar el absurdo: Facebook, por ejemplo, habría intentado registrar la palabra “face” (“cara”) y desde la Oficina de Patentes de Estados Unidos habrían aceptado su solicitud. Al fin y al cabo, a nadie se le había ocurrido hacerlo antes (aunque fueron muchos los que predijeron una guerra con Apple -por FaceTime -que nunca se llegó a producir). Hace unos días, por otra parte, Facebook recibía su primera demanda por el término “timeline”, interpuesta no por Twitter, sino por una compañía llamada Timelines que aseguraba que estaban haciendo un uso indebido de su marca.
Los intentos fallidos
El caso más famoso es el de Apple y el término “app store”, una batalla contra todas las empresas con tiendas de aplicaciones que Cupertino no logró ganar. El término es suyo, sí, pero la justicia no ha hecho más que dar la razón a las compañías rivales al entender que, efectivamente, se trata de una expresión demasiado general para poder reclamar derechos. Este mismo verano, por ejemplo, Apple perdía la batalla contra Amazon. Según el texto del fallo judicial, no se podía prohibir a Amazon utilizar el término “app store” por ser “más descriptivo que distintivo”.
Otra compañía que intentó hacerse con una expresión que intuía (con razón) que iba a ser muy utilizada en el futuro fue Dell. ¿El término escogido? Ni más ni menos que “cloud computing”. En 2008 la compañía decidió registrar la expresión ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos (PTO), y en un primer momento incluso pareció que se iban a poder hacer con la suya. No obstante, el resultado final fue distinto: tras dejar caer que sí a principios de julio, la PTO revocó la decisión en agosto y finalmente acabó por denegar el registro del término por ser, también, demasiado “general” y “meramente descriptivo”.
¿Más derrotas? Apple una vez más: repuestos de la negativa de la PTO a darles exclusividad sobre el término “app store”, Cupertino guardaba todavía algo de esperanza con otro campo de batalla que llevaba abierto ya muchos años. Se trata del término “multi-touch”, que Apple intentaba registrar desde 2007, y cuyo desenlace tuvo lugar hace apenas dos semanas: la PTO, una vez más, rechazaba el registro, asegurando que con el uso el término “no solo identifica a la tecnología, sino que describe también cómo el usuario opera con el dispositivo”, haciéndolo más general y descriptivo.
La mayoría de estas batallas continúan abiertas, eso sí, ya que las compañías no suelen conformarse con el no de la PTO (por lo menos no a la primera), y las apelaciones y recursos hacen que todo dure mucho más. De todas formas, parece que la PTO no está dispuesta a pasar por el aro y registrar palabras de uso común porque ahora se usen también en relación con la tecnología. Parece que de momento se podrá seguir hablando de “caras” sin tener que pagarle a Mark Zuckerberg una parte de nuestros ingresos.