¿Es hora del libro de texto open-source?
R. Preston McAfee, profesor universitario de economía, responde con un rotundo sí y predica con el ejemplo. Molesto con profesores y estudiantes que no han buscado alternativas, escribió en 2007 un texto de su asignatura que está disponible online de forma gratuita.
El texto ha sido aprobado por prestigiosas universidades como Harvard y Claremont-McKenna aunque esta idea quijotesca aún tiene que hacer mella con más amplitud en el mercado, según reconoce su autor, aunque no se da por vencido e indica “que no podía seguir asignando libros idiotas que están comenzando a superar la barrera de los 200 dólares”.
Los editores, como no podía ser de otra forma, no tienen la misma opinión y se defienden indicando que “han invertido en nuevos productos precisamente porque los instructores lo han exigido”. “¿Crees que todos estos doctores son tan estúpidos que compran chatarra?, indica el presidente de los editores. “Dios bendiga a alguien que tiene la energía y el compromiso de poner tres, cuatro, cinco años de trabajo en un libro y luego cederlos”, explica.
Este argumento, pincha en hueso al menos con McAfee, que rechazó 100.000 dólares de un editor comercial para poner en papel su “Introducción al análisis económico”. Algo está cambiando aunque iniciativas como estas son desagraciadamente aún marginales. La venta electrónica de material universitario representó 241 millones de dólares frente a los 3.500 millones del mercado habitual.
Las universidades llevan una década experimentado con sitios educativos y bibliotecas en línea como una manera de difundir el conocimiento más equitativa. Algunas como el MIT y su OpenCourseWare ha colocado prácticamente la totalidad de su planes de estudio en línea con video conferencias, problemas y exámenes para 1800 cursos en 33 disciplinas.
Wikibooks, una colección de libros de texto que “cualquiera puede editar”, se basa en el popular modelo de Wikipedia y la Universidad Estatal de California, uno de los estados que más está apostando por la iniciativa está desarrollando lo que denomina el Mercado Digital, un sitio web para seleccionar, comparar, compartir, aprobar y distribuir material educativo en línea tanto comercial como open-source.
Más de 1400 profesores, firmó el año pasado un compromiso para impulsar el apoyo a los recursos educativos abiertos que reduzcan el coste que supone a los estudiantes los libros de texto. Algo está cambiando.
vINQulos
Los Angeles Times