Los 5 mayores errores financieros que cometen las startups
Muchas startups acaban muriendo por un mal control de la caja o por un gasto desmesurado de los fondos obtenidos. En el mundo emprendedor las cuentas cuentan y mucho.
En España casi la mitad de las startups no sobrevive a los primeros 4 años de vida, según diversos estudios. Aunque el éxito o el fracaso de una empresa emergente depende de muchos factores (idea, equipo, contexto…) nada influye tanto en la ‘mortalidad’ del proyecto como la caja, es decir, el dinero en el banco. El manejo de las finanzas es el punto de dolor de cualquier emprendedor y puede acercarnos al cielo o llevarnos al infierno.
Jaime Medina, CEO de The Startup CFO, recuerda que “una buena planificación financiera es vital para garantizar el crecimiento de una startup en un ecosistema que puede resultar hostil”
Sin embargo, en ocasiones, “la falta de experiencia del equipo emprendedor en estas cuestiones da lugar a errores garrafales que lastran su trayectoria“. De estas equivocaciones es posible aprender para no tropezar dos veces con la misma piedra y garantizar el éxito del proyecto.
El experto señala 5 errores financieros que las startups cometen con frecuencia y que ponen en peligro su supervivencia.
1. No preparar bien la presentación a los inversores
Acercarnos a los entornos donde se mueven los fondos inversores de una manera inadecuada, de manera fría o con poca profesionalidad, es muy frecuente y nos restará puntos. Invertir en buenos materiales, redactar un elevator pich que destaque la propuesta única de valor de nuestro proyecto y una excelente puesta en escena de la presentación nos acercarán a esta audiencia tan especializada.
Debemos preparar cada detalle al milímetro para impresionar con nuestra idea y enamorar con sus posibilidades de futuro.
2. Gastar demasiado y demasiado rápido
Un exceso de financiación puede llevarnos a la quiebra si no somos capaces de contener el gasto. Además, tenemos que considerar que la previsión de ingresos que hemos presentado en la ronda de financiación se corresponde con el escenario más optimista, mientras que en la realidad es frecuente que no se alcancen los objetivos deseados, por lo que, con probabilidad, quemaremos dinero a más velocidad de la prevista.
Para no quedarnos sin cash, además de la contención y una planificación eficiente de los gastos, la solución pasaría por organizar la siguiente ronda a tiempo, al menos 6 meses antes de que se agote la caja según las previsiones.
3. No tener el control de nuestra contabilidad
Desde un comienzo hay que darle a la contabilidad la importancia que tiene para evitar caer en problemas serios en due diligence, auditorías,…
La gestión correcta de los cobros y su control debe supervisarse, ¡aunque la caja esté llena! Los gastos deben estar bien categorizados, controlados, presupuestados y con sus correspondientes facturas. Solo de esta manera podremos tener una imagen realista del estado de salud financiera de nuestra startup y detectar fallos que deban ser corregidos para continuar nuestra andadura con éxito.
4. No profesionalizar los reportes de métricas
Los reportes de métricas y los contables deben ser coherentes y ofrecer una información similar y pareja. Hay que evitar enfocarse exclusivamente en las ‘vanity metrics’ como la adquisición y focalizar en las métricas clave como la retención.
Debemos llevar un control exhaustivo de las unidades económicas del negocio y contar con un buen análisis de cohortes de clientes. Contar con un cuadro de mando profesional con los datos y métricas que necesitamos visualizar y comparar nos ayudará a tomar decisiones.
5. No tener en cuenta la cultura de la empresa
La falta de claridad en la cultura de la empresa puede llevarnos a tomar decisiones erróneas sobre la estructura de nuestra startup. Es frecuente un exceso de contratación de personal que puede dar lugar a una plantilla desestructurada, malestar, fricciones y rotación.
Los departamentos deben ir a una y para ello necesitan saber a dónde van, son los emprendedores los que deben proporcionarles esa visión.
Contar con unos conocimientos financieros suficientes o con la figura (interna o externa) del Chief Financial Officer (CFO) es vital para la supervivencia de la startup que necesita planificar sus recursos de forma eficiente para convertir su idea de negocio en un éxito.