Las implicaciones del lanzamiento del nuevo sistema operativo de Google, Google Chrome OS, podrían ir más allá de la lucha por el mercado del software y podrían obligar a cambiar la estructura de poder de al menos una de las principales compañías del mundo tech.
Además de CEO de Google, Eric Schmidt es también miembro de la ejecutiva de Apple. En un primer momento, ambos cargos eran compatibles porque la producción de las dos compañías no se solapaba. Una vez que Google entra en el mercado del software, Cupertino y Mountain View son cada vez más similares.
De hecho, y según Business Insider, las dos firmas podrían chocar en tres de las principales líneas de negocio de Apple (software, aplicaciones, navegador). La declaración de intenciones que Google lanzó en la presentación de su SO es, según el analista de CNET, Tom Krazit, exactamente igual que la que estructura la estrategia empresarial de Apple.
“Google y Apple no son competidores primarios”, defendía Schmidt recientemente. Las dos compañías están siendo investigadas por las autoridades estadounidenses para determinar si sus políticas de contratación constituyen un monopolio.
La entrada directa de Google en el mundo del software para PC podría darle más argumentos a las autoridades estadounidenses y a los detractores del trabajo compartido de Schmidt, quitándoselos al directivo.
El CEO de Google tendrá que elegir sus prioridades.
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