Enrique Cerezo: “El canon es legal, que nadie diga lo contrario”
El presidente de EGEDA, Enrique Cerezo, considera que el canon digital es legal y que no se trata de un tributo “por eso no lo recauda el Estado, ni debe hacerlo”. Así lo ha defendido durante el Foro de la Nueva Cultura, que ha celebrado esta mañana el Foro Nueva Economía en Madrid. En palabras de Cerezo el asunto del canon “ha sido muy mal explicado y tratado” y ha mostrado la voluntad de “aclarar conceptos”.
En primer lugar, cree necesario hacer una distinción entre la copia privada y la copia pirata. “La piratería es un delito, mientras que el canon es una compensación por una copia privada legal”, ha asegurado. .El conjunto de entidades ingresaron por copia privada menos de 100 millones de euros en 2009, una compensación que lejos de ser abusiva, Cerezo considera incluso insuficiente al hacer una comparativa con los casi 4.000 millones de euros de ingresos de los operadores por los servicios de acceso a Internet y otros. “Hablamos de una cifra 41 veces la recaudación de la copia privada”, ha acusado.
El problema no es sólo político. Enrique Cerezo se ha referido a los fabricantes como parte indiscutible de la problemática de derechos de autor.“Los fabricantes publicitan el tamaño del disco duro en función del número de películas que permite copiar o la capacidad de los CD según el número de canciones que caben en ellos”, ha afirmado. Una práctica de la que los fabricantes se justifican apuntando que son utilizados para grabar obras que componen los propios usuarios: “si fuera cierto, habría más de 110 millones de compositores en el país”, ha ironizado Cerezo.
En su opinión, la sentencia refrenda la compensación por copia privada y que deja claro que las personas físicas la tienen que pagar, sin excepciones. “El canon es legal, que nadie diga lo contrario”, ha defendido.
El presidente de EGEDA ha querido terminar la intervención defendiendo la protección de la propiedad intelectual, que “ha de ser protegida como cualquier otra propiedad”. Sobre la sentencia del Tribunal de Justicia europeo ha concluido que sólo con un poco de voluntad para comprenderla: “es un tema fácil de entender, pero sólo si se quiere entender”.