Enfrentados cara a cara: SMS y mensajes instantáneos
Analizamos la situación de la mensajería móvil en plena “era del WhatsApp” con la ayuda de la startup israelí Viber y la operadora de telecomunicaciones española Telefónica.
La gente ya no usa teléfonos móviles, se compra smartphones. Y si puede ser el modelo con las prestaciones más avanzadas y el procesador más potente del mercado, mejor. Los usuarios de hoy en día no esperan a llegar a casa para conectarse a Internet, navegan en cualquier momento, desde cualquier lugar… desde sus dispositivos personales transportables. Y a la hora de la verdad tampoco envían mensajes cortos a sus amigos, directamente “whatsappean”. El estatus de la mensajería móvil ha cambiado de forma espectacular durante los últimos años, sobre todo desde la aparición de WhatsApp, un software multiplataforma que soporta texto, imágenes, vídeo, audio y geolocalización de forma instantánea. Y cuyos servidores se las arreglan a la perfección para gestionar más de 10.000 millones de mensajes diarios en todo el mundo.
El secreto de su éxito radica en un modelo de negocio que aprovecha la red de datos del dispositivo móvil donde se ejecuta la aplicación, en vez de cobrar la transferencia de comunicaciones por separado al puro estilo de los SMS o los mensajes multimedia. Es decir, que resulta gratuito a los ojos (y el bolsillo) de los clientes. Y no es el único. Además del invento de Jan Koum y Brian Acton, existen otras alternativas como Viber, Joyn, Tu Me, Chat-On, GroupMe, eBuddy, ChatPlus, Touch, Live Profile, Kakaotalk, Kik o Yak Messenger, Nimbuzz, Spotbros y un largo etcétera. En Silicon News hemos hablado con los responsables de los tres primeros productos de la lista para contemplar desde dentro esta revolución tecnológica que se ha convertido en delicia para los usuarios pero también, según los analistas, en una verdadera tortura para las operadoras de telefonía.
La mensajería, según Viber
Un informe de la consultora Ovum, titulado “Counteracting the social messaging threat”, cifra en 23.000 millones de dólares (algo menos de 18.000 millones de euros) el dinero que telecos de todo el mundo dejarán de ingresar este año por la irrupción de las apps de mensajería instantánea. Esta cifra se multiplicará por más del doble en 2016, cuando está previsto que las pérdidas alcancen los 54.000 millones de dólares o unos 41.900 millones de euros. “Las apps como Viber representan un paso más en la evolución natural del negocio de las telecomunicaciones”, comenta al respecto Ayelet Noff, responsable de Relaciones Públicas de esta startup israelí que comenzó su andadura a finales de 2010. “Si bien es cierto que las operadoras pueden ver un déficit a corto plazo en los ingresos de SMS, Viber y aplicaciones como Viber ayudan a impulsar el mercado hacia servicios centrados en los datos, aumentando los ingresos de estas operadoras y simplificando su negocio en general”
Y es que Noff coincide con uno de los fundadores de WhatsApp, Acton, al asegurar que este tipo de servicios no son una amenaza para los gigantes telefónicos. “Estamos facilitando un amplio movimiento a los planes de datos y las entidades que suministran esos planes son las operadoras, así que están en una posición para beneficiarse bastante. Todo se reduce a los datos”, señalaba hace unos meses el directivo. Además, este tipo de plataformas ofrecen numerosas características que no están disponibles para los usuarios de SMS. Desde la confirmación en la entrega de los mensajes, hasta la existencia de grupos, fotos de alta calidad, la indicación de que el otro usuario está escribiendo o la posibilidad de compartir ubicación. “Es evidente que la experiencia del usuario es mucho mejor que en los SMS”, dice la portavoz de Viber, “y sí, también es más barata. Nuestra aplicación, por ejemplo, es gratuita”.
“Al mismo tiempo, nos gusta comparar los SMS al inglés y servicios como Viber a las lenguas locales: es más fácil comunicarse con las personas que conoces en tu propio idioma o con tu aplicación de mensajería favorita, como Viber. Sin embargo, cuando conoces a gente de otros países, optas por el inglés y cuando deseas mensajear a alguien que no conoces, eliges los SMS”, expone la representante de un servicio nacido originalmente para iPhone, pero que ahora ya funciona en Android, BlackBerry, Windows Phone, Bada, Symbian y Nokia S40. “Diariamente, la mayoría de las personas, en la mayoría de los países, no utiliza el inglés. Aunque eso no significa que el inglés esté en riesgo de muerte, como tampoco lo está el sistema SMS”.
Otro que está lejos de perecer es el propio Viber, que crece a un ritmo de 400.000 usuarios diarios. “La respuesta de los usuarios ha sido extremadamente positiva. Estamos experimentando un crecimiento fuerte en todo el mundo, sin tener que gastar un solo euro en publicidad”, se congratula Noff, que resume la receta de su popularidad en una fuerte mezcla de plataformas (“más que cualquier otro servicio de la competencia”, puntualiza), aderezada con una combinación de mensajería potente, voz gratuita y movilidad total. “Ningún otro servicio rival ofrece esta combinación de capacidades”, asegura.
La mensajería, según Telefónica
¿Qué ofrecen los demás? España ha vivido durante este año su particular “boom” de aplicaciones de mensajería instantánea para el ámbito personal y profesional creadas por empresas nacionales. En mayo se anunciaba el lanzamiento de Tu Me, una iniciativa multi-operador construida en el seno de Telefónica Digital sobre el esqueleto de la absorbida Jajah “que brinda al usuario una forma divertida y diferente de comunicarse con sus amigos o colegas bajo un concepto de ‘timeline’ donde los mensajes quedan ordenados de manera cronológica”, tal y como la definen sus responsables, y que con el paso de los meses va traspasando fronteras con “unos buenos resultados de descargas”. Mientras que en junio salía a la luz Joyn, un proyecto avalado por la GSMA como respuesta a los nuevos patrones de consumo de los clientes de las diferentes redes de telefonía, que avanza con paso más lento porque aún se encuentra en modo “soft launch”.
“Actualmente la oferta de servicio de Joyn es limitada en cuanto a la funcionalidad que ofrece a los clientes finales”, admiten desde Telefónica, “pero ejemplos de funcionalidades que ya se pueden probar, como la compartición de vídeo en directo durante una llamada o pilotos para ofrecer voz en HD, nos dan una idea del potencial de este nuevo estándar RCS-e”. En su condición de “servicio core de operador”, Joyn está llamado a convertirse en una capacidad nativa de los terminales, de la misma manera que lo es hoy en día el SMS, y también “debe ser expuesta al ‘mundo real’ a través de APIS que permitan al ecosistema de desarrolladores construir sus propias propuestas de valor”. El objetivo es que combine lo mejor del mundo de Internet, como la multipantalla y el multientorno, con lo mejor del mundo “Telco” tradicional: garantía de entrega, seguridad de las comunicaciones, fiabilidad de las redes o escalabilidad.
Sea como fuere, con ambas propuestas ya en la calle, Telefónica se dispone a conquistar su propia parcela en la mensajería instantánea, con la particularidad de que en su caso se trata de una de las operadoras de telefonía más grandes del mundo y no de una empresa novata. “Existe (o existía) el miedo en ciertas áreas de los diferentes operadores a nivel global de que debido a la creciente adopción por parte de los clientes de las aplicaciones que venían del mundo de Internet, llegáramos a ser percibidos como una mera ‘commodity’ por el usuario final. Y que, debido a esa ‘comoditización’, la percepción del valor que la operadora aporta al cliente pasase completamente inadvertida en la experiencia móvil”, nos cuentan fuentes del gigante hispano. Pero “más que perjudicar o beneficiar al operador, se podría decir que estos nuevos servicios aceleran un cambio que se preveía mas gradual en el patrón de uso móvil, pasando de un perfil de consumo limitado y controlado a un escenario en el que se valora mucho más la inmediatez y el ‘always on’. Para cualquier operador de telecomunicaciones del mundo, es una gran noticia que cada vez más clientes demanden estar siempre conectados”.
Telefónica reconoce que los servicios puramente “Over the Top” están ganando terreno de forma brutal, con un impacto positivo en los ingresos por conectividad, pero no cree que la tecnología SMS haya dado sus últimos alientos de vida. “Al ser una tecnología ampliamente probada, consolidada e implementada en todos, o casi todos, los operadores del mundo, se han construido sobre ella multitud de aplicaciones que harán que su vida útil se extienda todavía por algunos años más”. Es el caso de los mensajes Premium para cobrar por contenidos digitales, los sistemas de participación en concursos o eventos, los servicios de información universales o aquellos otros que requieren de una entrega y recepción del mensaje garantizada. Veintiocho años después, el SMS todavía tiene cuerda para rato.