Encuentros breves e intensos para cerrar negocios
Los sistemas de speed dating son ya altamente populares. ¿Qué comedia hollywodiense que se precie no manda a sus protagonistas a buscar el amor en este sistema de encuentros rápidos? Lo que ya no es tan conocido, porque aún Hollywood no mandó a nadie a un encuentro de estos, es que el speed dating puede servir no sólo para conseguir el amor… sino también la felicidad en los negocios.
Como comentan desde Invest in France, organismo que se ha encargado de organizar recientemente un encuentro de estas características en Barcelona, el resultado fue fantástico. Los participantes se mostraron muy contentos con los resultados, siete minutos pueden servir para encontrar y vender la idea más atractiva.
Los encuentros rápidos son una parte fundamental del cómo hacer y cómo firmar nuevos acuerdos de negocio, porque permiten ir directamente a lo que necesitan las diferentes partes. Vulgarizando los términos, se trata de un “aquí te pillo aquí te mato” empresarial, en el que los preliminares caen en beneficio de lo que realmente importa.
Durante las jornadas Francia-España, ¿qué oportunidades comerciales? organizadas por Ubifrance, la agencia que se encarga de promover la inversión gala, se desarrolló un encuentro de estas características. Empresas que necesitaban a otras empresas se encontraron para vender y comprar lo que necesitaban: unos quince minutos en los que se pueden conocer los puntos clave de un negocio y quien sabe si entrar en él.
En este caso no se trataba de speed business, los asistentes contaban con más tiempo y con una atmósfera más relajada. Mientras circulaban las bandejas de canapés, los responsables de las compañías mostraban sus mejores armas.
“Si no creyésemos que funciona no estaríamos aquí”. Lingway es una compañía especializada en aplicaciones semánticas para “comprender” el contenido de un texto. El 80% de la información, explican desde la compañía, está desestructurada y necesita por tanto que se haga “el texto calculable”. La firma está en pleno proceso de entrada en España, por lo que unas jornadas como estas pueden ser de gran utilidad para mejorar el aterrizaje o en este caso ayudar a vehicular el asentamiento. “Pregúntame al final de la tarde”, recomienda el presidente de la firma, Bernard Normier, cuando se le pregunta por el resultado posible del evento.
“Pues… Me llamo Raquel C. Pico y soy redactora de Silicon News”. Una breve presentación de introducción de quién eres y para quién trabajas y se entra directamente en materia. Desde Lingway empiezan a desentrañar sus puntos fuertes, a que se decidan y que buscan, como harían ante un potencial socio.
Así apuntan que trabajan tanto con lingüistas como con informáticos (“¿50-50?”, “sí, mitad y mitad”), que dan mucha importancia al I+D y que sus aplicaciones son muy importantes en áreas como los recursos humanos, el cubrir cuestionarios (sus herramientas son capaces de detectar cuáles son las respuestas a los diferentes apartados de un cuestionario escaneando el texto) o para las fuerzas administrativas, entre otras. De hecho, la policía fiscal francesa ya confía en ellos para investigar a los contribuyentes. “Sí, lo hacen con nuestras herramientas”, confirma Normier.
España, antes que Reino Unido
La empresa ya cuenta con 300 clientes en todo el mundo, aunque todos son gestionados desde la central parisina. Ahora se han lanzado a la aventura de salir al mundo y España será su primer pied-à-terre fuera de París.
¿Por qué España y no Reino Unido o Estados Unidos? Nomier reconoce Estados Unidos era demasiado complicado (lejos, con mucha competencia) y Reino Unido no era mucho más simple. Las empresas estadounidenses ya están muy implantadas en ese mercado y la competencia es atroz. España es “menos avanzada” en herramientas semánticas,por lo que sus productos son “cosa novedosa”.
Además, España sólo está cruzando los Pirineos y “es fácil ir a España”. Y España es el último puerto antes de lanzarse a la aventura sudamericana. América del Sur es “un plus” a favor de España frente a otros países. Portugal, un mercado al que algunas compañías llegan desde Madrid, no es en principio un objetivo primordial. “No pensamos en Portugal”.
Tras la despedida, llegan los siguientes.