El programa de suscripción, llamado Clear, se ha detenido igualmente hasta que se acabe la investigación sobre el caso. Los datos de la investigación preliminar parecen demostrar que no se ha comprometido ninguno de los datos que contenía el portátil, porque como afirman los responsables, “la mayoría de la información no era demasiado sensible”.
En este portátil se almacenaban datos como los nombres, direcciones, y fechas de nacimiento de los suscriptores al programa, además de sus números de carné de conducir, pasaportes o “green cards”. Sin embargo, no había números de la seguridad social, de tarjetas de crédito o informaciones biométricas.
Dirán lo que quieran, pero lo cierto es que con los datos que había cualquiera que conozca un poco las técnicas de ingeniería social podría acabar consiguiendo datos mucho más peligrosos.
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