El mercado de la automoción está cambiando. Por un lado, las posibilidades del internet de las cosas, las plataformas de nube y una conectividad creciente permiten a los conductores hacer más cosas que nunca.
Por ejemplo, realizar pagos desde el vehículo. Gartner cree que en pocos años, en 2023, el pago de transacciones a través de los coches rondará los 1000 millones de dólares. La cifra de este 2020 no llega ni a los 100 millones.
“Los conductores de automóviles actualmente pueden realizar pagos en el vehículo con el uso de aplicaciones como Alexa, Xevo Market o la plataforma Banma para comprar combustible, comida o pagar el estacionamiento“, indica Mike Ramsey, vicepresidente de investigación de Gartner, que pronostica que “los tipos de servicios disponibles seguirán aumentando a medida los fabricantes de automóviles, las marcas comerciales y los servicios y las asociaciones de proveedores de software proliferen”.
Para realizar estos pagos, e incluso para aceptarlos, “el automóvil tendría una ID única y funcionaría casi como una tarjeta de crédito”.
Por otra parte, la propia forma de vender coches está sufriendo una transformación. Este entorno también mira el eCommerce, sobre todo ahora que la pandemia de coronavirus aleja a la gente de grandes aglomeraciones, incluidas las salas de exposición.
Si ahora mismo menos de un 1 % de los coches nuevos se venden a través de internet, en 2025 este porcentaje habrá subido hasta el 20 %. Al menos eso es lo que esperan los analistas.
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