Durante los meses de verano, las empresas españolas pierden un mayor número de datos informáticos.
Si habitualmente las pérdidas alcanzan el 40 por ciento de la información almacenada, entre julio y septiembre el porcentaje crece en un 33 por ciento.
Las causas fundamentales son, según el informe que acaba de hacer público Risc Security, los fallos de los trabajadores, debidos en parte a los cambios en la estructura de recursos humanos; las averías electrónicas, que aumentan en estos meses; y, sobre todo, la descompensación térmica.
Esta última es el riesgo fundamental al que se enfrentan las empresas, que ven como el 68 por ciento de las pérdidas de datos de este período se deben a los cambios de temperatura.
Frente a estos datos dramáticos, durante el resto del año, sólo el 21 por ciento de las pérdidas totales son causadas por estas oscilaciones de calor.
A pesar de este panorama, el director general de Risc Security, Joaquim Serrahima, asegura que “los riesgos adicionales para la pérdida de datos en los meses de verano se pueden prevenir y controlar de forma eficiente”.
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