Casi 3 de cada 10 empresas españolas que sufren DDoS no son el objetivo final
Kaspersky Lab advierte: “todas las empresas están en la líneas de fuego, incluso cuando no son el objetivo de ataque”.
Un ataque DDoS, o de denegación de servicio distribuido, puede poner en serios aprietos a una organización. Además de paralizar sus operaciones puede abrir paso hacia la información confidencial.
Y el caso es que “todas las empresas están en la líneas de fuego, incluso cuando no son el objetivo de ataque”, según Kaspersky Lab. De hecho, según sus datos, el 28 % de las empresas españolas que sufrieron ataques de este tipo no era el objetivo final de los ciberdelincuentes.
Pero no todos los afectados son conscientes del peligro que corren. De hecho, un porcentaje prácticamente similar de compañías (29 %) dice no tener protección anti-DDoS especializada porque consideran poco probable acabar como víctimas.
“Una parte muy importante de las empresas sigue pensando que los ataques DDoS son algo que no va con ellas y que, por tanto, no deben preocuparse. El número de ataques, combinado con la amplitud de objetivos descubiertos en los últimos 12 meses”, advierte Alexey Kiselev, project manager de Kaspersky DDoS Protection en Kaspersky Lab, “demuestra que no hay empresa que esté a salvo de los cibercriminales, por lo que las organizaciones han de estar preparadas para enfrentarse a esta situación”. Y es que “cuando se trata de proteger datos críticos y mantener las operaciones funcionando, no hay lugar para la complacencia”, añade.
Los números están ahí. Buena parte de los incidentes de seguridad sufridos en los últimos meses, un 45 % concretamente, vino de un ataque DDoS. Así lo indican las propias empresas. Y estos ataques pueden proceder incluso de competidores: una cuarta parte de las organizaciones (24 %) cree que un rival estaba detrás, ya sea para perjudicar a su actividad o para espiar.
El 27 % de las compañías sospecha que el ataque DDoS sufrido fue una cortina de humo con la intención de despistar a sus especialistas y ocultar otro ataque. Mientras, otro 26 % opina que el objetivo era bloquear operaciones.