Las empresas aun tienen carencias en competencias digitales

La transformación digital de los ejecutivos españoles presenta carencias importantes, como la visión estratégica, trabajo en red u orientación al cliente.

Un 44% de los ejecutivos españoles declaran tener un alto nivel de competencias digitales, y un 38% un nivel medio. Pero el estudio Nivel digital directivo, presentado hoy en Barcelona, afirma que esa percepción de los directivos es más alta que la realidad.

Así, la valoración media es del 7,3, frente al 6,8 que resulta del análisis competencia por competencia, dándose diferencias más que relevantes entre las distintas competencias.

Por ejemplo, existe un buen nivel de conocimiento digital (evaluado con un 8,0), pero a medida que nos alejamos de nuestro entorno más próximo o zona de control, la cuestión se complica. Areas relacionadas con la aplicación personal, como la gestión de la información y la comunicación digital, superan el 7 en valoración. Pero los directivos en general carecen de algunas de las habilidades para aplicarlas al trabajo en equipo (6,3), a la visión estratégica de la empresa (5,5) y a la relación con el cliente, donde suspenden con un 4,8.

empresas-digitalizacion

El informe, elaborado por EADA Business School, RocaSalvatella y Penteo a partir de una encuesta a más de 600 directivos de diferentes sectores, refleja que las empresas no hacen un uso intensivo de las tecnologías de la información como herramienta competitiva. Solo el 36% de los ejecutivos percibe ese uso de la tecnología en su empresa como alta o muy alta, frente al 64% que hacen un uso medio o escaso (38% y 26%, respectivamente).

Las organizaciones siguen percibiendo que lo digital es, en buena medida, equivalente al marketing digital por lo que esta área de la empresa es la que lidera el cambio, en el 32% de los casos, seguida de la de Business & Tecnology, con un 27%.

El estudio señala que las empresas deben transformarse digitalmente para tener éxito en el nuevo escenario, en que la transformación digital no es únicamente tecnológica, sino social, cultural y económica. Se trata de una cuestión de visión, estrategia, cultura organizativa y rediseño de procesos que segmentará a las empresas según si son digitales o no.