Elon Musk ya no quiere comprar Twitter
La falta de información para evaluar el número de cuentas falsas en la red social se encuentra detrás de su decisión de rescindir el acuerdo de adquisición.
La relación entre Twitter y su potencial comprador, Elon Musk, se ha tensado durante los últimos días.
El empresario sudafricano ha decidido pasar de la paralización temporal del acuerdo de adquisición a una rotura del mismo. En un nuevo escrito remitido ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) y firmado por el abogado Mike Ringler, se confirma que Musk ha decidido ejercer su derecho de rescindir el acuerdo de fusión y abandonar la transacción, que estaba valorada en unos 44 000 millones de dólares.
¿El motivo? Las discrepancias que hay entre ambas partes a la hora de tasar el número de cuentas falsas o de spam que existen en la plataforma de microblogging.
La compañía estima que el porcentaje de estas cuentas no llega ni al 5 % del total de sus usuarios activos diarios monetizables (mDAU). También asegura que, cada día, elimina más de 1 millón de cuentas de spam.
Musk, sin embargo, sospecha que el porcentaje real de cuentas falsas es de un 20 %, lo que devaluaría la operación.
Para resolver sus dudas, el empresario habría demandado diversa información “durante casi dos meses” sin los resultados esperados, como detalles sobre los procesos que sigue Twitter para auditar la inclusión de cuentas falsas en los mDAU o para identificar y suspender dichas cuentas. Otro material requerido tenía que ver con mediciones de los últimos ocho trimestres, documentación de la junta directiva o el estado financiero de Twitter.
Esta información está considera “fundamental para el desempeño comercial y financiero de Twitter”, además de “necesaria para consumar las transacciones contempladas en el acuerdo de fusión” tras la realización de una “evaluación independiente”.
Desde la parte adquisidora aseguran que Twitter ha ignorado parte de sus solicitudes, rechazado otras con “razones que parecen injustificadas” y “afirmado cumplir” el resto “mientras le daba al señor Musk información incompleta o inutilizable”. La información llegó con “condiciones, limitaciones de uso u otras características de formato artificial, lo que ha hecho que parte de la información sea mínimamente útil“, según Mike Ringler.
Las denuncias no acaban ahí. También indica que la empresa “parece haber hecho declaraciones falsas y engañosas en las que el señor Musk se basó para implicarse en el acuerdo de fusión”.
“El recuento real de mDAU de Twitter es un componente clave del negocio de la empresa, dado que aproximadamente el 90 % de sus ingresos proviene de los anuncios”, reza su escrito a la SEC.
Los análisis realizados hasta la fecha por los asesores de Elon Musk les llevan a concluir que Twitter estaría “subestimando drásticamente” su proporción de spam y que la cifra real es “muy superior al 5 %”. La sensación es que la red social “incluye cuentas que han sido suspendidas” en sus recuentos y que su método de cálculo es más bien “arbitrario y ad hoc”.
Ahora, con el período de subsanación agotado, Musk se echa atrás. Además de la desinformación, alega otros motivos como el despido de su líder de producto de ingresos y del director general de consumo, la renuncia de otros directivos, la congelación de las contrataciones o el anuncio de recortes en el equipo de adquisición de talento.
La respuesta de Twitter
Bret Taylor, presidente de Twitter, ha comunicado que la junta de la compañía sigue comprometida con cerrar la transacción de venta “con el precio y los términos acordados con Musk”.
Ante el anuncio de retirada, “planea iniciar acciones legales para hacer cumplir el acuerdo de fusión”. Para ello, llevará esta cuestión ante el Tribunal de Cancillería de Delaware.