La movilidad eléctrica puede suponer una barrera en un contexto actual de transformación en el que todavía no hay automóviles con precios para todos los bolsillos.
Y si bien las baterías y algunos componentes de este tipo de automóviles aún tienen precios elevados, una fórmula para conseguir bajar el precio total del conjunto pasa por la estrategia que ha adoptado la empresa española Elektrun Cars. Tomando como base un automóvil de combustión, se trata de adaptarlo mediante los componentes necesarios, que pueden ser nuevos o de segunda mano, guiando al interesado en los pasos a seguir, así como ofreciéndole un estudio sobre los gastos que deberá afrontar.
El chasis, la carrocería, el tren de rodaje, las suspensiones, todo el interior, los frenos, la caja de cambios (según los casos)… son muchas las piezas aprovechables y lo que falta, evidentemente, es todo lo relacionado con la propulsión eléctrica. Será necesario un motor eléctrico, un controlador, la placa que adapta el motor eléctrico a la caja de cambios del vehículo de origen (según los casos) y, por supuesto, la parte del león: las baterías.
Si bien en los automóviles de combustión se suele aludir al motor como el corazón del vehículo, en el caso de los vehículos eléctricos, siendo también decisivo el motor, lo cierto es que se suele conceder una mayor relevancia al papel que juegan las baterías. Son ellas las que proporcionan respuesta a las dos inquietudes habituales de quien se aproxima a la movilidad eléctrica: potencia y, en mayor medida, autonomía.
Convertir un viejo bebedor de zumo de dinosaurio en una moderna pieza de retrotecnología que recicla el pasado lleno de humo contaminante transportándonos a un futuro limpio y silencioso no es gratis, pero tampoco disparatadamente caro.
Desde Elektrun Cars indican que partiendo de componentes de segunda mano y teniendo en cuenta que se trate de un proyecto de conversión en el que se encargue el propio interesado bajo la tutela de sus servicios, podría cifrarse una de estas transformaciones entre 2.000 y 3.000 €. Partiríamos de un vehículo “donante” ya en propiedad del interesado que, o bien tuviese el motor estropeado o fuese demasiado contaminante o demasiado caro de mantener.
Los componentes necesarios procederían del mercado de repuestos y/o piezas de ocasión procedente de carretillas elevadoras o embarcaciones. En caso de optar por componentes nuevos los precios oscilarían entre los 10.000 y los 15.000 €, aunque también tendría una gran importancia el tipo de uso que se pretende y las prestaciones. No es lo mismo buscar unas sensaciones deportivas (por la inmediata entrega de potencia de los motores eléctricos) que una máxima autonomía en viajes que el mínimo consumo en cortos desplazamientos urbanos.
Finalmente, en cuanto al tiempo, desde Elektrun Cars indican que al ser proyectos que afrontan los propios interesados, todo dependerá de si lo van a hacer ellos mismo, a modo de hobby o si se encarga a algún taller especializado. Desde unos pocos días a varias semanas o meses. Pero todo sea por el respeto al medio ambiente y por reutilizar vehículos que con esta transformación dejarán de ser contaminantes.
En este sentido en Elektrun Cars aconsejan seleccionar coches pequeños y antiguos, facilitándose la transformación al contar con menos componentes electrónicos. Adicionalmente, al ser vehículos de pequeño tamaño, menos peso implica menor necesidad de baterías, con lo que también se abarata el costo.
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