Moritz Waldemeyer ha escogido el Pong, el primer videojuego que se hizo famoso en los años 70, para integrarlo en esta sencilla mesa. Sencilla en apariencia, porque dentro de ese blanco de mesa barata de jardín se esconden 2.400 LEDs y 2 trackpads. Cuando la mesa está encendida, dos comensales pueden controlar el juego gracias a los trackpads. Cuado está apagada, parece una mesa cualquiera. Y de jardín. No es más que un diseño, al menos de momento, porque hemos visto llegar a la fase de producción ideas más disparatadas. [Like Cool]
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