El juicio contra The Pirate Bay da sus primeros pasos
Ayer se iniciaba uno de los juicios más sonados en relación a intercambio P2P de los últimos tiempos. Los cuatro responsables de The Pirate Bay, el mayor buscador de descargas en el mundo, se sentaban en el banquillo, acusados de promover la violación de las leyes que protegen los derechos de autor.
Los cuatro acusados, entre los que se encuentran sus tres administradores Fredik Neij, Gottfrid Svartholm y Peter Sunde Kolmisoppi, así como el empresario capitalista Carl Lundstrom, se enfrentan a penas de dos años de prisión y multas de hasta 13,1 millones de euros.
Este website lanzado en 2004 se caracteriza por hacer uso de la tecnología bitttorrent, no almacenando contenidos con derechos de autor en sus servidores, pero sí enlazando a ellos directamente.
El fiscal Hakan Roswall destacó ayer que “No es el protocolo bittorrent a quién se acusa sino a las personas que utilizan esta tecnología de forma ilegal”.
Los responsables de The Pirate Bay se han declarado inocentes y ya se han considerado “los mayores distribuidores de cultura”. Asimismo se defienden a las acusaciones de ánimo de lucro asegurando que los ingresos publicitarios que se obtienen dan poco margen de beneficios y sólo llegan para cubrir los gastos de mantenimiento del site, según informaciones de The Financial Times Digital.
Por su parte, Jo Oliver, asesor jurídico de la International Federation of the Phonographic Insustry (IFPI), organismo que encabeza la demanda, declaró: Lo principal que debemos hacer es detener la masiva violación de los derechos de autor y esto significa para nosotros el cierre de The Pirate Bay”.
Meij, Svartholm y Kolmisoppi se han servido del website en numerosas ocasiones para hacer campaña contra los derechos de autor y defender los nuevos modelos de negocio.
La popularidad de esta página, que ya cuenta con 25 millones de usuarios en todo el mundo, se ha incrementado no sólo por ser una especie de “Google de las descargas ilegales”, sino por las respuestas irreverentes que sus responsables han dado cuando las productoras y artistas se han dirigido a ellos, según recoge Público.
En cualquier caso el resultado de este largo proceso legal, cuyo juicio abarcará 13 días, podría sentar precedente a nivel mundial para otras páginas de este tipo. Con la polémica sobre el modelo francés de tres avisos sobre la mesa se espera la decisión de los tribunales de Estocolmo.
Como precedentes se han dado intentos legales de poner freno a páginas similares, aunque en su mayoría han salido indemnes al no albergar realmente contenido. En España los responsables del portal Sharemula resultaron sobreseídos por la Audiencia Provincial de Madrid hace unos meses.