El iPhone pierde la exclusividad de comercialización en Francia
La distribución del iPhone puede haber sufrido un cambio de importancia que puede volcar hacia uno u otro lado la estrategia de comercialización del teléfono inteligente de Apple.
El Consejo de la Competencia francés acaba de dar la razón a Bouygues Telecom, compañía que había elevado una protesta ante las condiciones de exclusividad que regían la comercialización del iPhone en Francia. En el país vecino, al igual que de forma global, Apple llegó a un acuerdo con una de las operadoras telefónicas del estado (en este caso Orange) para que ésta fuese la única firma que distribuyese el smartphone.
“La exclusividad de Orange sobre el iPhone introduce un nuevo factor de rigidez en el sector que sufre ya un déficit de competencia”, concluye el Consejo tal y como recoge Silicon News Francia.
El largo período firmado para mantener la exclusividad y la clausula que implica la venta limitada de todos los modelos futuros han inclinado la balanza hacia el lado del demandante. Bouygues Telecom, SFR y las OMV que operan en territorio francés podrán, por tanto, incorporar el iPhone a su catálogo.
La decisión del Consejo es de aplicación inmediata, como publica Libération, lo que permitirá a las compañías de la competencia añadir el teléfono inteligente a su campaña de Navidad.
Respuesta Orange
La principal perjudicada por esta decisión es Orange, la detentora de la exclusividad de distribución y a quien más daño económico puede hacer esta decisión.
La compañía ha confirmado, en un comunicado a los medios, que apelará la decisión ante la Corte de Apelaciones de París, ya que considera que la medida va en contra de sus esfuerzos realizados en el ámbito de las telecomunicaciones. “Es además paradoxal que el operador más retrasado en el desarrollo de la red 3G esté a la cabeza de esta demanda”, denuncia.
Orange recuerda que la situación del mercado francés no sólo es fruto de un acuerdo industrial “en el que la firma ha particularmente invertido” y que es similar a la de los demás países en los que se comercializa este producto. “Esta decisión pone a Francia en una situación radicalmente diferente a aquella que prevalece en Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y España, especialmente”, acusan.
“Esta decisión es grave”, apuntan. “Pone en tela de juicio la economía de mercado y especialmente los acuerdos entre operadores móviles y fabricantes al servicio de los consumidores y de la innovación”.