Las GeForce GTX 260 y 280 estarán basadas en el núcleo GT200 (conocido también como NV60) que estará fabricado en tecnología de 65 nanos y que ya está en desarrollo por parte de TSMC, uno de los fabricantes de semiconductores más importantes en todo el mundo.
Las nuevas tarjetas gráficas pueden presumir de contar con las GPUs con mayor número de transistores del mundo, gracias a una die mucho más amplia y que entre otras cosas permitirá disponer de más bloques de procesamiento (16 frente a los nueve de las G80) y un controlador de memoria de 512 bits frente al de 384 bits, con un modelo intermedio de un ancho de 448 bits.
Es evidente que todas esas especificaciones demuestran que el próximo “bebé” de NVIDIA será una verdadera bestia del procesamiento, con una potencia que tenemos muchas ganas de ver en acción. Vuelve la carrera por la GPU más potente.
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