El annus horribilis de Jerry Yang
El buen partido ahora es David Filo. El otro creador de Yahoo! y hasta ahora (y aún ahora) CEO, Jerry Yang, ha visto como su fama se oscurece y su gestión era cada vez más contestada. 2008 es el año de la caída de uno de los dos creadores de oro y quizás el ocaso de Yahoo! tal y como lo se conoce hasta ahora.
En medio de la crisis por la que atraviesa Yahoo!, Jerry Yang es, de sus personajes cabeza, quien más está sufriendo y a quien peor le están saliendo las cuentas. Desplazado en la última lista de millonarios de Forbes al puesto al puesto 524, adelantado por su asociado David Filo, en el 462 (y hasta por Rosalía Mera), el hombre que era una suerte de sueño americano andante puede ver como su luz cegadora se está acabando.
A Filo, que había apostado por la tecnología frente al interés de Yang en la industria, la partida le habría salido, quizás, mejor.
¿El principio del fin?
Yang dejó la compañía a mediados del pasado mes de noviembre, cuando Google acababa de hacer público que rompía su acuerdo publicitario con Yahoo!.
El CEO defendió entonces que se centraría en “hacer todo lo posible para que Yahoo! haga realidad su potencial y aumente su liderazgo en la cultura de la tecnología y la excelencia del producto y la innovación”, trabajando aún desde dentro (pero no en la misma escala de poder) por el bien de la compañía. Se abrió entonces un proceso de selección del nuevo CEO (Yang seguirá en su puesto hasta que se encuentre un sustituto), que aún no se ha cerrado y en el que ya se han producido las primeras bajas.
Y, lo que es peor para Yang, en cuanto su nombre estuvo virtualmente fuera del cuadro dirigente de Yahoo!, las acciones de la compañía subieron como la espuma.
Atrás quedaba una suerte de infortunios que pesaban como un lastre. Tras hacerle ascos al pretendiente favorito de parte del accionariado, Microsoft, y volver a intertarlo una vez que las cosas con el otro chico del baile salieron mal, Steve Ballmer declaró públicamente que su empresa no estaba interesada en seguir luchando por Yahoo!.
Además, la compañía se vio obligada a presentar unos resultados catastróficos y a anunciar el despido de más de un millar de trabajadores.
Y por si las malas noticias empresariales no fuesen suficientes, Yang sufrió el desgaste de la lucha constante que mantuvo hasta entrado el verano con Carl Icahn, inversor que cada vez tiene una cuota de poder mayor en la compañía.
Frente a estas malas noticias, sólo las posibilidades con AOL, algunos acuerdos con empresas estratégicas y las perspectivas optimistas asociadas al nuevo diseño y a las nuevas oportunidades de negocio de él derivadas aportan brillo al futuro de la compañía que, como explica a Vnunet uno de sus responsables españoles, es aún “rentable”. El futuro no tiene porque ser un desastre, aunque lo que sí es cierto es que Jerry Yang ya no tendrá un papel estelar en él.