El uso de cortafuegos, vital para hacer frente a los ataques DDoS
Los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) son cada vez más sofisticados, pero las compañías pueden evitarlos gracias a la correcta localización de los cortafuegos.
Los ataques DDos son cada vez más sofisticados y es necesario tenerlos muy presentes ya que en cualquier momento cualquier servidor conectado a Internet puede sufrirlos.
Con las iniciativas de la organización Anonymous en este terreno, se ha puesto en evidencia lo frágiles que pueden ser los servicios que prestan las empresas a través de la Red, pero existen algunas técnicas para poder afrontar este tipo de ataques.
Según un estudio de Arbor Networks, los cortafuegos serían uno de los elementos más importantes para ello, pero se pone de manifiesto que no se están utilizando de forma correcta en muchos casos, por lo que se reduce considerablemente su eficiencia y pone en peligro los servicios proporcionados por las empresas y, por ende, su continuidad de negocio.
La solución pasa por utilizar cortafuegos de estado justo antes de que el trasiego de información acceda a los servidores. Este tipo de firewalls son capaces de inspeccionar el estado de todos los paquetes individuales dentro de una serie de paquetes, manteniendo el registro de todas las conexiones que pasan por su interior.
De esta forma, los cortafuegos de estado son capaces de detectar y prevenir los ataques de Denegación de Servicio, incluso cuando ya se ha establecido una conexión Cliente/Servidor aparentemente correcta.
Los ataques de Denegación de Servicio DDoS suelen hacer uso de estas técnicas, camuflándose en paquetes dentro de un conjunto para que no puedan ser detectados, algo que podría ser evitado con la correcta configuración de estos cortafuegos.