El trabajo flexible podría ahorrar 3.530 millones de horas en desplazamientos hasta 2030
Así lo determina un estudio de Regus, que calcula que para entonces entre un 8 % y un 13 % de los puestos de trabajo estarán vinculados a espacios flexibles en la mayoría de economías desarrolladas.
De aquí a 2030, la economía de todo el mundo podría recibir una contribución de 8,6 billones de euros gracias al trabajo flexible. Esto es, gracias al cambio de prácticas en el espacio laboral.
Así lo determina un estudio de Regus, que calcula que para ese mismo año, 2030, entre un 8 % y un 13 % de los puestos de trabajo estarán vinculados a espacios flexibles en buena parte de las economías desarrolladas.
“El trabajo flexible es una herramienta poderosa que puede beneficiar no solo a las empresas, también a la sociedad y a economías enteras”, comenta Philippe Jiménez, country manager de Regus en España.
“Resulta muy emocionante considerar las maneras en que nuestra sociedad podría beneficiarse del aumento del trabajo flexible”, dice Jiménez, que opina que esta forma de trabajar “será clave en las próximas décadas. La esperanza es que las empresas aprovechen la oportunidad de formar parte de esta revolución y continúen ofreciendo espacios de trabajo flexibles a empleados de todo el mundo”, indica.
Entre los beneficios esperados para las empresas se encuentran el ahorro, con una reducción de gastos y costes operativos, y el incremento de la productividad.
Mientras, parece que los trabajadores tendrán prácticamente el doble de posibilidades de sentirse satisfechos. Aquí influye el tiempo ganado. Y es que se estima que hasta 2030 se ahorren 3.530 millones de horas al evitar desplazamientos a la oficina. Esos 3.530 millones de horas equivaldrían al tiempo que más de 2 millones de profesionales dedican a su trabajo cada año.