El vídeo parece más bien el trailer de una película y explica más bien poco de este curioso submarino que cuenta con una esfera especial que permitirá una visión jamás soñada del punto más profundo de los océanos gracias a una tecnología revolucionaria.
La esfera de 1,83 metros de diámetro combina un cristal de borosilicato con un proceso de alta precisión geométrica para su producción que ha necesitado de 8 meses de continuos calentamientos y enfriamentos del material hasta conseguir que sea capaz de que su resistencia a la presión aumente al comprimirse, llegando hasta un máximo de 16.000 psi.
Teóricamente será capaz de alcanzar la máxima profundidad del Abismo Challenger en unos 75 minutos a una velocidad media de aproximádamente 500 pies por minuto.
Pero no son los únicos ya que nuestro ricachón aventurero favorito, Sir Richard Branson, también busca el mismo objetivo con el Virgin Oceanic. Ya sólo falta que haga una apuesta en un club de caballeros londinense mientras toman té para hacerlo digno de una novela de Julio Verne.— Dani Burón [The Scuttlefish]
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